Por qué la clasificación de un recurso renovable o no renovable depende del contexto en el cual se discute?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En materia de energía a nivel local, al desconocimiento del recurso renovable en las ciudades se suma la inexistencia de una infraestructura sólida destinada a la promoción de las er Cada ciudad debe valorar su potencial particular en este ámbito, pues las condiciones geográficas, disponibilidad de recursos o diversidad en demandas, limitan o potencian una u otra tecnología.
Varias investigaciones han detectado la capacidad de ciertos centros urbanos para autoabastecerse total o parcialmente de energía con recursos endógenos. En Tartu (Estonia) se valoró la capacidad de aprovechar residuos urbanos para obtener bioetanol, pudiéndose sustituir con ello el 60% de la demanda de combustibles (Raud, Kesperi, Oja, Olt & Kikas, 2014). En Mar del Plata (Argentina), el 4,36% de la electricidad puede abastecerse utilizando residuos forestales urbanos (Roberts, Cassula, Osvaldo Prado, Dias & Balestieri, 2015). En Tijuana (México), el 40% de iluminación artificial puede suplirse con biogás de rellenos sanitarios (Aguilar-Virgen, Taboada-González & Ojeda-Benítez, 2014). En Estocolmo (Suecia), se puede obtener el 12% de la electricidad con incineración de los desechos (Pandis Iveroth et al., 2013). En Westminster (Inglaterra), la demanda térmica de 63.000 viviendas puede suplirse desde la geotermia (Arola, Eskola, Hellen & Korkka-Niemi, 2014). En Beppu (Japón) existe potencial mini-hidroeléctrico para dotar de energía a 29.000 viviendas (Fujiia et al., 2015). En Zernez (Suiza), el 64% de la demanda puede ser absorbida desde sistemas fotovoltaicos. En Concepción (Chile), 3.233 viviendas pueden cubrir sus necesidades energéticas de agua caliente sanitaria y electricidad desde la energía solar (Zalamea & García Alvarado, 2014). Además, los reportes de iea (2009) o 15) presentan varias experiencias de políticas públicas e incentivos municipales que han permitido la promoción de er en ciudades.
Para aprovechar los recursos urbanos, se requiere seleccionar las opciones más adecuadas en función de su disponibilidad o demanda. Con este enfoque, Barragán y colaboradores (Barragán et al., 2017) establecen once tecnologías renovables aplicables en la ciudad en el marco del metabolismo urbano. En la figura 1 se identifican sustitutos energéticos y la posible contribución de distintas fuentes internas. Además, se presentan diferentes tecnologías, aplicaciones finales y las fuentes energéticas.
Explicación:
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