Por qué Inglaterra se interesaba tanto en las colonias españolas
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Respuesta:
LAS CAUSAS
Las causas que indujeron a los ingleses a atacar Buenos Aires han sido motivo de profundos análisis cuyas conclusiones nos dicen que varias fueron las razones que indujeron a la corona británica, a tratar de apoderarse de las colonias que España tenía en la América descubierta por Colón en 1492.
Fueron ellas en primer término, que las enormes riquezas de las colonias españolas en América, despertaron la codicia del viejo mundo, e Inglaterra, con su ancestral historia de piratería a cuestas, rápidamente se apercibió de los ingentes beneficios que podría obtener si se apoderaba de ellas, aprovechando lo endeble, casi insignificante, de las defensas desplegadas por los españoles en Buenos Aires y Montevideo, para defender sus posesiones (creídos como lo estaban de su invunerabilidad, dado el dominio absoluto de los mares, que ejercían en esa época), exponiendo así una prenda de gran valor que estimulaba la vocación pirata del gobierno inglés.
En segundo lugar, la necesidad de apoderarse de la gran abundancia de lana, trigo, harina, cuero, crines, sebo, etc. que se producía en Buenos Aires, elementos esenciales para la subsistencia del pueblo inglés, agobiado por el bloque que les había impuesto Napoleón I.
En tercer lugar, las perspectivas que ofrecía para activar su comercio exterior, la posesión de estas tierras, un mundo de gente lleno de necesidades y hasta ese momento, obligado a un comercio monopólico con España.
El dominio de estas tierras era vital para volcar a su favor el destino de la guerra que sostenía con España, ya que eso le permitiría privarla de los ingentes recursos que obtenía, no sólo provenientes del Río de la Plata, sino también los que llegaba desde Chile y Perú, obligadamente despachados desde el puerto de Buenos Aires.
Revertir la situación de escasez y hambruna que amenazaba sus posesiones en la Colonia del Cabo, cuya conquista definitiva acababa de verificarse.
Y finalmente, algo que imponía una pronta decisión para concretar esta expedición: Acababa de llegar a Buenos Aires, la nave “El Situado”, procedente del Perú, transportando los caudales de la Real Compañía de Filipinas, tres millones de pesos fuertes, que debían ser llevados y que eran una presa que estimuló la codicia de los ingleses.
Y si fuera necesario aportar más evidencias para abonar esta conclusión, baste saber que una de las primeras medidas que tomó POPHAM, luego de tomar la ciudad de Buenos Aires, fue apoderarse de 1.438.514 pesos fuertes que había en las cajas fiscales y que, sin razón ni justicia, consideró botín de guerra. Una parte de estos caudales se empleó en pagar los gastos de la expedición; otra, según voz corriente entonces, fue repartida entre Beresford y Popham y el resto fue mandado a Inglaterra en la nave capitana de la flota invasora, “Narcissus”, junto con un pedido de refuerzos que se consideraba necesario para mantener en su poder la Plaza conquistada.
Este dinero fue entrado en Londres y conducido al Banco con solemne pompa, en carros tirados por seis caballos, teatralmente adornados; el primero, cubierto con la bandera tomada en el fuerte, ostentaba varias banderolas con las siguientes inscripciones: “Tesoro, Beresford, Popham, Buenos Aires, Victoria”. En el segundo, iba la bandera de la milicia provincial, tomada sin combatir. Precedían y seguían al convoy dos destacamentos de los marinos que habían ocupado a Buenos Aires y dos cañones de los tomados en Quilmes.