por que grecia fue la cuna de las olimpiadas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En la Grecia Antigua la realización de los Juegos Olímpicos era una sagrada tregua de paz, un tiempo al que se llamó “la paz olímpica”.
La actividad oficial cesaba –- sólo se atendían las urgencias--, para que los atletas se desplazaran seguros hacia la villa de Olimpia, que constituía el santuario más importante del dios Zeus en el valle del río Alfeo.
Desde allí Zeus, el dios del orden y la justicia, dirigía el mundo y se reunía con dioses y semidioses a beber ambrosía, el néctar de la eterna juventud.
Las tres fiestas principales previas a los Juegos Olímpicos eran la de Olimpia, en honor a Zeus, la de Corinto, en honor a Poseidón, el dios del mar, y la de Delfos en honor de Apolo, que era el dios de la luz.
Celebraciones que se unificaron al crearse los Juegos Olímpicos en la ciudad que para Alejandro Magno pasó a ser la Capital Espiritual de Grecia, y la que simbolizaba la unidad de los griegos.
El desafío de estos encuentros era el desarrollo armónico del cuerpo y el alma, y la amistad de los pueblos.
Las competencias, que eran monopolio de la nobleza, se extendieron a toda la sociedad.
A los 12 años los niños varones comenzaban a entrenar músculos y controlar emociones; a los 16 ya realizaban ejercicios atléticos y a los 20 concluían su formación y estaban listos para participar de los Juegos Olímpicos.
Las competencias eran sólo para hombres que hablaban griego.
En principio usaban atuendos propios de cada disciplina, pero luego competían desnudos. Se dice que fue porque una robusta mujer intentó competir vestida como un hombre. Tal vez sólo sea una leyenda.
En los juegos antiguos las carreras de carros de dos ruedas eran las competencias importantes, donde el auriga iba de pie. En su mano izquierda llevaba las riendas y en la derecha el látigo.
El carro de cuatro caballos era una cuadriga y el de dos una biga, y el gran escenario era el Hipódromo de Olimpia, cuya pista de 1.540 metros algunas veces presentaba obstáculos como fosos o pendientes.
Para Aristóteles la fuerza y destreza de los hombres requería de un pentatlón, que abarcaba saltos, lanzamiento de disco y jabalina, velocidad y lucha.
La “paz olímpica” llegaba cada cuatro años, entre junio y agosto, tal como ocurre actualmente. Los Juegos Olímpicos de la Antigüedad se realizaron hasta el año 393, cuando el emperador romano Teodosio los abolió por paganos.
Después, en el 408, otros emperadores romanos destruyeron templos y santuarios de los dioses, decisión que se vincula con la adopción del cristianismo como religión oficial.
Sin los juegos Olimpia declinó, asolada por los bárbaros y los aluviones del río Alfeo que la cubrieron. La gente emigró y fue recién en 1829 que comenzaron las primeras excavaciones para recuperarla.
Poco después, a mitad del siglo XX, se desenterró el estadio, donde en los Juegos Olímpicos de 2004 se realizaron las pruebas de lanzamiento. Allí se enciende la Llama Olímpica.
Actualmente Olimpia tiene una zona arqueológica donde se encuentra el estadio original, las ruinas del templo de Zeus, el estudio de Fidias y el gimnasio de los atletas.
Además, el Museo Arqueológico de la ciudad exhibe restos hallados en esos sitios, especialmente en el templo de Zeus. Y es muy interesante recorrer el Museo de los Juegos Olímpicos Antiguos y el de los Juegos Modernos.
A 237 kilómetros de Olimpia está Delfos, el centro religioso más importante del mundo helénico. En la antigua Grecia los peregrinos buscaban allí los consejos de Pitia, una famosa sacerdotisa, también llamada Pitonisa, como se conoce a quienes predicen el futuro.
El oráculo de Delfos estaba formado por mujeres mayores que se creía habían heredado los poderes del dios Apolo y que entraban en trance con drogas. Los sacerdotes eran los que interpretaban lo que ellas decían.
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