¿ por que Francia se encontraba mal económicamente ? doyyyyyyyyyyyyyyy coronaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Desde la Antigüedad, las rutas comerciales siguieron preferentemente los ejes fluviales y la vía marítima, porque el transporte terrestre era difícil y no era rentable más que por las mercaderías onerosas.1 Las cuencas fluviales estaban ligadas entre ellas por vías anteriores a la conquista romana. Los celtas, expertos en metalurgia, utilizaron carretas sobre ejes menos elaborados que las vías romanas, pero mejor adaptados al transporte de mercaderías (para pendientes más acentuadas, por ejemplo): las famosas vías romanas eran queridas antes que nada para transferir rápidamente tropas o correos.12
El Imperio romano con su fiscalización directa pudo mantener una administración y servicios públicos abundantes: en particular, un potente ejército, una administración fiscal competente que podía administrar el catastro necesario a la exacción de impuestos directos y escuelas. No obstante, el hecho de deber mantener una plebe ociosa tornaba pesada la presión fiscal sobre las colonias a niveles cada vez menos aceptables. Cuando los bárbaros constituyeron las tropas auxiliares romanas se volvieron en contra del imperio y crearon sus propios reinos, conservaron las estructuras económicas existentes y, en particular, las vías comerciales y la estructura de las explotaciones agrícolas que comprendían muchos latifundios (grandes dominios esclavistas). Fueron bastante mejor aceptados porque no conservaron el pesado sistema fiscal imperial y no expulsaban a las élites. Desde un punto de vista monetario, el solidus de oro romano siguió siendo la moneda de base hasta los Carolingios.3
Si bien los reinos bárbaros preservaron las estructuras económicas y los cuadros del Imperio romano, el sistema fiscal fue profundamente modificado por la llegada de estos hombres libres y armadas, sobre los cuales era prácticamente imposible imponer un impuesto directo. Desde entonces, ya no fue posible mantener una gran administración (necesaria para recaudar impuestos directos), escuelas públicas o un ejército consolidado. Se instauró un sistema basado en el clientelismo, donde el rey reedistribuía a sus vasallos con la riqueza de los impuestos recaudados del comercio (tonlieu) y las multas impuestas por la aplicación de la ley sálica (wergeld).4
La mayor parte del comercio entre el Mediterráneo y el norte de Europa pasaba por el eje del Ródano (la conexión de la cuenca del Ródano y del Saona con las del Loira, Sena, Mosa y del Rin necesita caminos cortos y poco accidentados).5 Este comercio floreciente a larga distancia está animado en particular por los mercaderes griegos, sirios y radhanitas (el nombre latino del Ródano era Rhodanus).5 Incluso si el tráfico era escaso, el control de estos ejes comerciales (que permitían la recaudación de impuestos a las mercaderías) y particularmente los puertos de Marsella y de Arlés, donde perduró una fiscalización directa, dio a los merovingios la riqueza necesaria para asegurar la fidelidad de sus vasallos hasta el reinado de Dagoberto I.6
Esta reducción de la fiscalización benefició a las explotaciones agrícolas y este período corresponde a una nueva edad de oro para las villae.7 Las élites abandonaron las ciudades y se trasladaron a sus posesiones rurales. No obstante, si la moneda de oro fue adoptada para los intercambios de comercio a larga distancia que se dedicaba a productos suficientemente onerosos para que sea rentable transportarlos con las dificultades que ello comportaba para la época, los intercambios a corta distancia entre la ciudad y el campo se realizaban más a menudo por trueque. Por ello, las explotaciones tuvieron una tendencia a una relativa autarquía, diversificando su producción agrícola, explotando los bosques que conservaban en esta época un rol nutricional nada despreciable (recolección, crianza de cerdo, caza, etc.) y produciendo ellos mismos la mayoría de objetos artesanales que necesitaban. La producción de excedentes agrícolas no era necesariamente muy rentable y no había gran beneficio en invertir en equipos que mejoraran la productividad (arados, molinos, etc.). Del mismo modo, la mano de obra servil poco interesada en el producto de su trabajo era poco eficaz.8