¿por qué es necesario reconocer la reforma y la contrarreforma como acontecimiento q repercutieron en la construcción de nuestra historia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
o que Jesús Marco propuso para esta charla es: “Reforma y Contrarreforma, un
binomio a revisión”. Hasta aquí hemos hablado de Reforma, hemos hablado de
Contrarreforma y ahora vamos a hablar de la conjunción, de la ‘y’, de esa frontera entre
Reforma y Contrarreforma y de cómo se construye esa frontera, de Lutero a Trento.
Explicación:
En los últimos años los historiadores han multiplicado los términos, o los conceptos que
nos sirven para explicar el proceso histórico de la Europa de los siglos XVI al XVIII. Se habla
de Reforma protestante, Reforma católica, Contrarreforma, Reformación católica,
Renovación católica… Hay infinidad de conceptos vinculados a este proceso histórico.
Digamos que fueron los protestantes quienes, en el siglo XVII, hablaban de la
Contrarreforma y acusaron a los católicos de contra-reformistas para subrayar esa reacción
católica conservadora a la presunta modernidad de la Reforma Protestante.
Para los protestantes, desde Trento, la libertad de pensamiento habría estado
secuestrada por una Iglesia jerarquizada y dogmática que habría utilizado a la Inquisición
como instrumento de terror, dirán los protestantes. El catolicismo moderno tendría
entonces una componente inquisitorial ineludible; era una etiqueta peyorativa, negativa,
con la que se acusaba en ese debate confesional entre católicos y protestantes.
El paradigma Reforma protestante-Contrarreforma, nacido de la confrontación en lo
confesional, se prolongó mucho en el tiempo, llega hasta el Romanticismo liberal y hasta el
siglo XX cuando tenemos una primera aproximación que matiza ese planteamiento en la
obra del historiador católico Hubert Jedin quien dijo que había que hablar de
Contrarreforma pero que, más que de Contrarreforma, de lo que debemos hablar es de
Reforma católica. Ciertamente hubo una Reforma protestante y también una
Contrarreforma, pero hubo también una Reforma Católica.
¿Qué valor le da Jedin a esa Reforma Católica? En primer lugar, la dilata en el tiempo y
dirá que la Reforma católica no empieza con Trento, sino que empieza antes, ya a finales del
siglo XV, y que se prolonga en el tiempo y llega llega hasta el siglo XVIII y comienzos del XIX.
¿Cuáles son los elementos de la Reforma católica? Son los elementos positivos que nacen de las ansias de Reforma de la cristiandad occidental, que se producen y cuajan con
toda la normativa de Trento y que se desarrollan en los siglos siguientes.