¿por que es importante que existan condiciones sociales para ejercer la libertad??
rapido porfavor
:D
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Empecemos por decir que la libertad es un concepto histórico. Como ya observó Montesquieu, para unos la libertad consiste en poder actuar con escaso control de la ley; para otros, el derecho a ir armados; para aquellos, el derecho a elegir sus gobernantes; para los rusos de tiempos de Pedro el Grande, la facultad de, conservar toda la barba, y para los madrileños del motín de Esquilache, el poder circular con grandes capas y sombreros redondos. Por lo mismo, nadie discute que las libertades puedan ser en el siglo XX distintas de las del siglo XIX, y que para ensanchar más se pueden recortar otras. Para dar mayores derechos sociales hay que aumentar los impuestos; para aumentar los derechos laborales, hay que coordinarlos con los empresariales. Pero el resultado o balance final ha de ser positivo; si no, como ya ha ocurrido en muchos países, el cambio de libertades nuevas por las viejas puede ser negativo para la suma total.
En segundo lugar, la libertad no basta con predicarla: hace falta que se den las condiciones en las que puede favorecer. En la Prusia de Federico el Grande, el Estado era muy poderoso, y el rey un déspota ilustrado; pero había un Estado de derecho, y un molinero podía pleitear contra el rey; la libertad real era muy alta. En la Italia actual, o en el Brasil de Larrio Quadros, se dan todas las libertades teóricas, pero el ciudadano se siente menguado en su ejercicio por una inseguridad generalizada y paralizante.
Entre las condiciones básicas de la libertad está, además del orden público, la seguridad jurídica, que garantiza un ámbito de vida privada; y una cierta limitación del ámbito de los poderes públicos. Pero, sobre todo, el modelo económico-social es decisivo. Si el Estado controla más del 50% de la economía, los poderes de disposición de los gobernantes, tecnócratas y funcionarios, son avasalladores. Si a esto se suma la presión sindical, una serie de libertades públicas y derechos privados se vuelven de muy difícil ejercicio.
Pasemos a los fines. Uno de los méritos indiscutibles del socialismo español es el haber enviado a don Fernando de los Ríos a formularle a Lenin la famosa pregunta, de qué sitio dejaba en su sistema para la libertad; dando lugar a la no menos famosa respuesta: «Libertad, ¿para qué?» Hubiera sido deseable que este importante episodio ideológico hubiera tenido un desarrollo más profundo, por ambas partes; aún no ha sido suficientemente rectificado por el llamado eurocomunismo. Pero la cuestión de fondo es ésta: las libertades han de tener una finalidad última. En el sistema liberal, las libertades cumplen una doble función: sirven al derecho del individuo a perseguir su propia felicidad (Constitución de Estados Unidos), y, por su recíproca interferencia y conflicto, producen (dentro del juego del mercado económico y la dialéctica política) un equilibrio favorable al conjunto (Adam Smith, Ricardo). Los neoliberales han completado estas afirmaciones en la época del capitalismo institucionalizado, con la teoría del poder de los grupos para contrarrestar cada uno la influencia de los demás (Galbraith) y la idea de un proceso político pluralista, en el que juegan toda clase de grupos (grupos de presión, partidos políticos, etcétera).
El socialismo, si por una parte defiende amplias libertades (condicionadas, como vimos, por una estructura económica que les es naturalmente contraria) no comparte estas ideas sobre su finalidad. La felicidad del individuo se subsume en el éxito de la clase (si no es así, ¿por qué sigue definiéndose como clasista? y del conjunto social; y no espera que las libertades económicas y sociales produzcan el resultado indicado de equilibrio; porque parte de la base que ese juego está trucado, y siempre ganan los mismos (los que tienen más dinero). Olvida que la movilidad social es enorme en las sociedades occidentales; pero hay algo aún más grave, y que debe subrayarse, estos días precisamente, porque en torno a estos puntos se ha producido la retirada del ilustre ponente socialista de la elaboración constitucional.
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