Por qué es importante la distribución y recogida de los productos de desecho adentro de nuestro cuerpo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Gestión de residuos se llama a todo el proceso que engloba las actividades necesarias para hacerse cargo de un residuo.
La gestión de residuos comienza con la recogida de los mismos, su transporte hasta las instalaciones preparadas y su tratamiento intermedio o final. Este tratamiento puede ser el aprovechamiento del residuo o su eliminación. En los últimos años se ha incrementado el interés para que esta actividad genere el menor riesgo para la salud y el medio ambiente.
Hay diversos tipos de residuos sólidos, como los que se generan en las ciudades (domésticos, residenciales, institucionales o comerciales), agrícolas o industriales (sectores productivos, industrias, polígonos industriales, sanitarios, etc.).[1] Los principales residuos son producidos por la actividad humana.
Se considera como residuo peligroso aquel residuo industrial o comercial que, por sus características tóxicas o peligrosas a causa de una gran concentración de riesgo, requieren un tratamiento específico y un control periódico de los efectos nocivos potenciales.
El compostaje es parte de la GIR
Índice
1 Evolución histórica en el manejo de residuos
2 Gestión integral de residuos (GIR)
3 Clasificación de residuos
4 Residuos domésticos
5 Conceptos en la gestión de residuos
5.1 Recuperación de recursos
6 Reciclaje
7 Técnicas para la gestión de residuos
7.1 Vertedero
7.2 Incineración
7.3 Tecnología Residuo Cero
7.4 Compostaje y digestión anaerobia
7.5 Tratamiento mecánico biológico
7.6 Pirólisis y gasificación
8 Gestión de residuos peligrosos
9 La fiscalidad de los residuos
9.1 Instrumentos de fiscalidad
10 Véase también
11 Referencias
12 Enlaces externos
Evolución histórica en el manejo de residuos
El primer paso para un manejo organizado de los residuos sólidos urbanos se dio en Estados Unidos a principios del siglo XX.1 Hasta ese momento, y dependiendo de los lugares, los residuos eran vertidos en el suelo –enterrados o a cielo abierto–, se descargaban en cuerpos de agua, se incineraban o se entregaban, cuando eran restos de comida, para alimento de cerdos.
A comienzos de la década de los 40, en Nueva York y California se comenzó con el vertido controlado y, a través del ejército norteamericano, se implementaron programas para el control de vectores y prevención de enfermedades, al tiempo que se efectuaron modulaciones típicas de vertederos, adaptadas según distintos tamaños poblacionales.
En virtud de consideraciones económicas y ambientales, entre los años 40 y 70 surgió una nueva forma de administración de los RSU, denominada Gestión Iluminada, que se focalizó en el control de la generación, almacenamiento, recolección, transferencia, transporte, tratamiento y disposición final, con especial énfasis en los efectos ambientales y en la salud de la población.
A principios de la década de 1970, la creciente preocupación pública respecto del potencial de detrimento/reducción de los recursos naturales, y la necesidad de propender a su sustentabilidad, motivó un cambio en el foco del gerenciamiento de los residuos sólidos. Este nuevo criterio fue direccionado hacia el estudio y análisis de los materiales existentes en los RSU a fin de establecer aquellos elementos que resultaban susceptibles de un uso beneficioso, fundamentalmente a través de la reutilización y el reciclaje.
Este proceso derivó en la figura, definitivamente instalada en los años 90, de la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU).2 Específicamente en el capítulo 21, “Manejo Ecológicamente Racional de los Residuos Sólidos”, la Agenda XXI de la Cumbre de Río ́923 enuncia los postulados que luego fueron retomados y enfatizados en la Cumbre de Johannesburgo 20024 y que pueden sintetizarse en los siguientes puntos:
Minimización de la generación;
maximización de la reutilización y el reciclado;
tecnologías de eliminación, tratamiento y disposición final ambientalmente adecuadas, que incluyan recuperación de energía;
ampliación del alcance de los servicios relacionados con los residuos;
tecnologías de producción limpia y consumo sustentable;
investigación, experimentación, desarrollo e innovación tecnológica sobre el reciclado, abono orgánico y recuperación de energía; y
educación pública, participación y apoyo de la comunidad en la gestión de los residuos.
Si bien a nivel mundial los dos primeros tópicos trascendieron como las “3R: reducir, reutilizar y reciclar”, en algunos países se ha popularizado la expresión “Valorización de los residuos” para identificar el conjunto de actividades relacionadas con la puesta en valor de los materiales aprovechables contenidos en los desechos, a través de su segregación, recuperación de las corrientes residuales, clasificación, acondicionamiento, reutilización y reciclado.
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