¿Por qué en los Evangelios se cumple la promesa de Dios?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8). Con estas palabras, Jesús se despide de los apóstoles y asciende al Cielo. Anuncia así el cumplimiento de lo que Dios había prometido siglos antes a través de los profetas: “derramaré mi espíritu sobre toda carne” (Jl 3,1) y “pondré mi ley en sus corazones, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Jer 31,33). Es también lo que el mismo Jesús había prometido a sus discípulos: “yo le pediré al Padre que les dé otro Paráclito, que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad” (Jn 14,16) y “cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa” (Jn 16,13). Todas estas promesas y muchas más que figuran en el Antiguo Testamento y en los Evangelios, Dios las cumple diez días después de la ascensión de Jesús al Cielo, cuando estando reunidos los apóstoles vieron aparecer unas como llamaradas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos y quedaron todos llenos del Espíritu Santo (Hch 2,1-4).
Explicación: