Religión, pregunta formulada por JUANJOSE12N, hace 7 meses

¿Por qué el Sacramento del BAUTISMO es el momento inicial de la vida de fe?

Respuestas a la pregunta

Contestado por YiselValeria
1

Respuesta:

La celebración del Bautismo está contenida en su ritual propio: el Ritual del Bautismo de niños. Como todos los demás rituales, antes de ofrecer los textos y las rúbricas de la celebración, encontramos una sección introductoria, llamada técnicamente los praenotanda, término en latín que podríamos traducir, de forma libre, como orientaciones previas. Es lo mismo que la Ordenación General que encontramos en el Misal Romano, de la que hemos hablado muchas veces en estos artículos.

Los praenotanda del ritual del Bautismo nos hablan de muchas cosas. Por ejemplo, comienzan situando el Bautismo dentro de los Sacramentos de Iniciación Cristiana, describiendo más adelante lo que el Bautismo es desde el punto de vista teológico: sacramento de la fe, incorporación a la vida de la Iglesia, nacimiento a la vida de Dios y participación en el Misterio Pascual. Continúa el documento resaltando la importancia y el sentido del Bautismo de los niños, práctica que la Iglesia tiene desde el comienzo mismo de su vida, en la época apostólica, cuando eran bautizadas familias enteras que venían a la fe.

Un capítulo importante en los praenotanda del ritual del Bautismo es sin duda el que se refiere a las funciones y ministerios que intervienen en la celebración. De lo primero que nos habla en este apartado es de la función del pueblo de Dios. Y es que las acciones litúrgicas, entre las que destacan especialmente los sacramentos, “no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia”. Esta rotunda afirmación la encontramos en el Concilio Vaticano II, en el número 26 de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, y también en el Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 1.140.

Quiero resaltar esto porque hay veces en las que nos encontramos, con respecto a los sacramentos, una mentalidad privatizante que nada tiene que ver con la fe y con lo que los sacramentos son. No es “mi misa”, “mi bautizo” o “mi boda”. Mucho antes de ser nuestra, la celebración es de Dios mismo, de Cristo, y también de la Iglesia. La mentalidad privatizante tiene como mínimo dos peligros. El primero es sacar el sacramento del contexto que le es propio: la Iglesia y la comunidad cristiana. ¿Por qué hay familias que piden que el bautizo de sus niños, o la primera comunión, no se celebre junto con otros niños y familias? ¿Por qué se excluye la realidad comunitaria? ¿Para hacerlo más exclusivo, más mío? ¿Qué ganamos realmente con eso, si es que ganamos algo? El otro peligro es que, al hacer mío el sacramento, puedo modelarlo, si no manipularlo, a mi antojo o según mis gustos. Las normas litúrgicas y eclesiales no están puestas al antojo de alguien que un día las inventó, ni están puestas para decir un no rotundo a todo. Las normas litúrgicas sirven para garantizar que lo que estamos celebrando sea realmente el sacramento tal y como lo concibe la Iglesia, en comunión con ella. A mí me puede parecer muy bonito que sean padrinos de mi hijo unos amigos míos de toda la vida, pero si esos amigos no están bautizados, por ejemplo, no están capacitados para cumplir con la tarea del padrino, y por tanto no pueden serlo. Porque si no, estaríamos celebrando otra cosa, pero no un bautizo dentro de la comunión de la Iglesia.

Explicación: espero que te sirva

me das una coronita y un corazón

Otras preguntas