¿Por qué el Imperio español autoriza y estimula de nuevo, entrado el siglo XVIII, la
colonización de nuevos territorios, el sometimiento de los indígenas, la búsqueda
de mayor cantidad de oro y la consecución de nuevos ingresos vía impuestos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: De ahí que, al comenzar el siglo XVIII, el ciclo de expansión del colonialismo se oriente a buscar nuevas tierras para el cultivo, indios para reducir (encomienda) y establecimientos mineros; según las nuevas necesidades y políticas de la Casa borbónica de los reyes, con exhibición del Despotismo Ilustrado y su frase “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Con sus escoltas militares y la señal de la Cruz, las sotanas de los misioneros abrían caminos. A la vanguardia iban los padres de la Compañía de Jesús.
Son éstas acciones que despiertan reacción. Así, en ese siglo y en las zonas de frontera se actualizaron los conflictos que se creían superados en la primera parte del siglo XVI: resistencia indígena, surgimiento de grupos mesiánicos y milenaristas, enfrentamiento entre frailes y colonos, además de muerte, etnocidio y genocidio sistemático de aborígenes.
Tal como a nuestros pueblos chibchas, hacia 1722, por ejemplo, con la diosa Nayarit, su principal divinidad, representada por cuatro esqueletos completos ataviados, y el oráculo de la Mesa del Nayar como punto de cohesión, los cora de Nayarit, cercanos a Guadalajara (México), fueron reducidos. Sin embargo, secretamente continuaron practicando sus cultos. Los jesuitas destruyeron el oráculo y lograron la dispersión transitoria de la comunidad, un ataque que facilitó su sometimiento a la política de reducciones.
En todo caso, en la América española, antes de los Gritos y las Actas de Independencia, durante todo el siglo XVIII al ritmo de las reformas borbónicas, la inconformidad tuvo decenas de estallidos. Tanto de las clases subalternas como de algunos sectores del criollaje. Borradas de los textos oficiales, aunque su enumeración es larga vamos a ver las más conocidas, aunque fueron muchas más.
Los brotes del descontento nacieron de seis grandes motivos: 1. Guerras de frontera, 2. Rebeliones indígenas, 3. Enfrentamiento criollo a los monopolios privados y religiosos. 4. Apoyos a las misiones jesuitas. 5. Rebelión de los esclavos. 6. En contra del sistema impositivo, los estancos y las restricciones a la producción de los textiles en los obrajes.
Explicación: XD
Respuesta:
En el norte del Virreinato de la Nueva España (México): la resistencia de los indios de Colotlán (1702), los yaqui (1740-1741), los pimas altos (1751) y los cora de Nayarit (1767). En el Virreinato de Perú y la Capitanía General de Chile, los continuos alzamientos de los araucanos. La rebelión de los pehuenches, telhueches y huilliches de la cordillera y la Pampa (1729); en la audiencia de Charcas, el alzamiento de los pueblos nómadas del Chaco y de Tucumán (1746). Y el surgimiento de las confederaciones militares interétnicas de la frontera del Virreinato con la Amazonia (1766).
Felipe II, rey contrarreformista por excelencia, a quien le toca el desastre de la Armada Invencible, que marca el nacer del poderío militar inglés. ¡El mar de las Indias libre para Inglaterra!; se obliga a varias medidas que afectan profundamente la España y América:
Impuso las políticas de los cardenales en el Concilio de Trento. Estableció la Inquisición y sus penas de muerte. En América impidió que se continuara estudiando las grandes civilizaciones americanas y ordenó a los franciscanos el envío a España de los códices aztecas y mayas, rescatados por los misioneros, en particular fray Bernardino de Sahún. Prohibió difundir la obra que exaltara los valores de las culturas indígenas, y que se dieran a conocer sus creencias y sus costumbres. Estableció censura para las obras que hablaran de la Conquista, y los conflictos entre la Iglesia, el Estado y los conquistadores. Vedó la circulación de los libros, incluidos los documentos papales, que no llevaran el placet real. Exigió que sus súbditos sólo pudieran ir a las universidades españolas. Limitó el acceso de la nobleza indígena al título de don y su ingreso a la Iglesia y las universidades. Les quitó a las comunidades de franciscanos, dominicos y agustinos el control de los pueblos nativos, que entregó a curas seglares. Y prohibió toda nueva expedición de descubrimiento y conquista, de tal modo que el poblamiento español en América quedó circunscrito a los límites alcanzados hasta 1560 . Para este Suplemento, este punto es el que más se destaca.
Significó la existencia de una amplia frontera en torno a virreinatos, presidencias, audiencias y gobernaciones, que en una colonización militar-religiosa exploraron sólo los cazadores de esclavos e indios para las encomiendas, o fue entregada a las órdenes religiosas para las misiones. Curiosamente, los jesuitas, orden constituida apenas en 1535 y autorizada por los Papas en 1540, que llega aquí en el último cuarto del siglo XVI, es a quienes se concedió el mayor número de misiones y el más amplio poder para ‘cristianizar’ a los entonces llamados salvajes. Se expandieron por el norte de México, el piedemonte oriental de la Nueva Granada y Perú, con énfasis en la Audiencia de Charcas y las ‘misiones’ de Paraguay.
Dolor, pasos de Mingas, su vestir con resistencia, pintura en los rostros, máscaras y sonar de las marimbas chiapanecas y otras luchas con ayer. Por su relación con el actual indigenismo y su importancia para la investigación histórico-cultural de los movimientos que se pudieran reseñar, mencionamos los más llamativos:
Por el México de hoy, los indios de Colotlán (Mextitlán-Nueva Galicia) afectados por la expansión de la frontera agrícola y ganadera de los colonos españoles se sublevaron en 1702, incendiaron las estancias españolas y enfrentaron al virreinato. El arzobispo virrey Ortega Montañés los apacigua, y envía un oidor de Guadalajara a restablecer las fronteras .
Los indígenas de la nación yaqui (gobernación de Sinaloa, actual estado de Sonora), sometidos a reducciones jesuitas desde el siglo XVII, instigados por el gobernador español Huidrobo, se rebelaron en 1740 contra la Compañía de Jesús. Dirigidos por sus caciques el Muni y Bernabé, liberaron una gigantesca franja de territorio que quedó vedada a los españoles. Pero respetaron temporalmente las misiones. En 1741 intentan tomar la ciudad de Tecoripa pero son derrotados y forzados a la paz. Huidrobo, quien los había motivado al alzamiento, recorrió los pueblos, censó la población y devolvió las tierras a sus anteriores propietarios, aunque, era su intención, gran número de nativos no volvió a las misiones y se integró al trabajo de haciendas y minas .
Los pimas altos, de Sonora y Arizona, se rebelaron en 1750 contra la expansión española y la presencia de misiones. Su líder, Luis del Sáric, cambió su nombre por Bacquiopa, enemigo de las casas de adobe, y enfrentó a colonos y jesuitas. Restableció la religión ancestral, la construcción de sus casas en materiales tradicionales y su lengua. Seducido con el nombramiento de capitán y, ante el peligro de invasiones apaches, acordó campañas conjuntas con los españoles, que apresaron a Sanic, quien murió en presidio