¿Por qué el continente africano es tan diverso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Actualmente África es un continente mucho más diverso que Europa o América, en gran parte debido a factores históricos.
Sus vastas riquezas naturales, su inmensa población joven, su abrumadora magnitud o sus megaurbes
África es sin duda el continente de la diversidad.
Además hablar de África es hablar de grandes contrastes. Junto a su naturaleza salvaje coexisten gigantescas megaurbes como Lagos, Nairobi o Kinsasa, que empiezan a competir en índices de población con las grandes capitales europeas, americanas y asiáticas.
África al sur del Sahara, con una población de más de 1000 millones de personas, la mitad de las cuales tendrá menos de 25 años en 2050, es un continente diverso con recursos humanos y naturales que tienen el potencial de generar crecimiento inclusivo y poner fin a la pobreza en la región, permitiendo a todos los africanos tener vidas más saludables y más prósperas. El continente, donde existe la mayor zona de libre comercio del mundo y un mercado de 1200 millones de personas, está creando una trayectoria de desarrollo completamente nueva aprovechando el potencial de sus recursos y su población.
La región está formada por países de ingreso bajo, mediano bajo, mediano alto y alto, 18 de los cuales atraviesan por situaciones de fragilidad o conflictos. En África hay también 13 Estados pequeños, que se caracterizan por tener poca población, escasez de capital humano y una superficie terrestre limitada.
Mientras los países de África al sur del Sahara han logrado mantener bajo control la COVID-19 (coronavirus) con una cantidad relativamente baja de casos, la pandemia sigue afectando la vida de los habitantes y la economía del continente. Según proyecciones, la actividad económica caerá a -3,3 % (i) en 2020, produciéndose la primera recesión en 25 años. La considerable desaceleración de la actividad económica provocará pérdidas en la producción de por lo menos USD 115 000 millones este año, debidas en parte a la disminución del consumo interno y de las inversiones producto de las medidas de control para detener la propagación del virus. Esta situación también podría empujar a la pobreza extrema a hasta 40 millones de personas, eliminando al menos cinco años de avances en la lucha contra la pobreza. Del mismo modo, la COVID-19 podría retrasar los logros en el desarrollo de capital humano, ya que el cierre de escuelas afectará a casi 253 millones de estudiantes provocando posibles pérdidas en materia de aprendizaje.