¿Por qué distinguimos la voz de un hombre de la voz de una mujer, aun cuando tengamos los ojos vendados
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El tono se define como la altura o elevación de la voz que resulta de la frecuencia de las
vibraciones de las cuerdas vocales. Si estos músculos vibran un número elevado de veces por
segundo, aumenta su tensión, la altura es mayor, la voz se eleva y, en definitiva, se escucha más
aguda. Por el contrario, a menor frecuencia, menos vibraciones por segundo, menor tensión de las
cuerdas vocales, la voz desciende y, por tanto, se percibe más grave. Las vibraciones de un
sonido agudo son, dentro de la unidad de tiempo, más numerosas que las de un sonido grave. En
consecuencia, el tono es la propiedad de la voz que permite clasificar el sonido en una escala de
frecuencia tonal, de más agudo a más grave.
El tono depende de la longitud que presenten los pliegues vocales, cuanto mayor sea, más grave
será la voz. Al contrario, cuanto más cortas sean las cuerdas, las voces serán más agudas. De
esta manera, según Le Huche y Allali (1993: 100), la voz de un niño cuyos pliegues miden entre
cinco y doce milímetros es más aguda que la de una mujer, con pliegues entre catorce y dieciocho
milímetros y, a su vez, ésta más aguda que la de un hombre, con longitudes entre dieciocho y
veinticinco milímetros.
El tono de la voz se mide por la frecuencia vibratoria de las cuerdas
Explicación:
Respuesta:“La laringe es el órgano sexual más importante del ser humano”. Así de rotunda es la afirmación de Emma Rodero, investigadora de la voz y profesora de la Universidad Pompeu Fabra. La razón es que la voz de cada persona es única e insustituible.
“Podemos cambiar los órganos sexuales y otros atributos que nos caracterizan como hombres y mujeres, pero la voz es imposible de cambiar porque tiene que ver con el grosor y la longitud de las cuerdas vocales”. Así, cuanto más finas y cortas sean las cuerdas vocales, más femenina será la voz. Y cuanto más gruesas y largas más grave y masculina sonará.
Investigadores de la Universidad de Utah han llegado a la conclusión de que, además de las características físicas, hay elementos en la forma de hablar que también diferencian a las mujeres de los hombres.
Explicación: