¿Por qué disminuye la virulencia de un virus y por qué aumenta?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La virulencia de un patógeno letal es fácilmente medible, pero la virulencia es variable por la resistencia a antibióticos, la resistencia es un rasgo específico de cada patógeno que está ligada a la selección natural para su evolución.
Explicación:
A los organismos que se les ha inhibido su virulencia se les llama atenuados, y es el principio de base de la vacunación. Estudios también han demostrado que ciertas políticas sanitarias pueden engendrar o acentuar la virulencia de un organismo.
Respuesta:
Uno de los factores más importantes de la virulencia de bacterias es exotoxinas. Cuando son liberadas por las bacterias, las exotoxinas pueden interrumpir y los procesos celulares importantes del dysregulate. Pueden también ayudar en capacidad de las proteínas bacterianas' de invadir tejidos. Semejantemente, los factores virales de la virulencia pueden consistir en síntesis eficiente de la réplica y de la proteína para aumentar virulencia.
y para su disminucion los agentes clave en este nivel son:
Interferones. Su acción es muy importante en la defensa contra los virus. Aumentan la expresión de las células infectadas haciéndolas más sensibles a la acción de los linfocitos T.
También activan las células natural killer que van a producir citoquinas, inflamación y muerte del patógeno.
Los macrófagos tienen muy variados receptores en su superficie, capaces de reconocer el virus o células infectadas, para después fagocitarlas y destruirlas.
El proceso se puede resolver en este nivel, si no es así nuestro sistema inmune sigue trabajando hacia una inmunidad más específica: la adaptativa.
En este nivel son los linfocitos los protagonistas de la defensa: linfocitos T, con la ayuda de las células presentadoras de antígenos y el complejo mayor de histocompatibilidad, serán capaces de seleccionar entre una amplia variedad aquellos antígenos virales que generen una reacción inmunitaria efectiva.
Los linfocitos B evolucionan a plasmocitos con capacidad para producir gran cantidad de anticuerpos que se fijarán a los virus y células infectadas que posteriormente se destruyen gracias a la acción de los linfocitos T8 citotóxicos.
Cuando la infección está resuelta los linfocitos T4 liberan citoquinas antiinflamatorias y los macrófagos se encargan de fagocitar y limpiar la zona de infección con el objetivo de conseguir de nuevo la homeostasis interna del sistema inmune.
Como conclusión, el sistema inmune debe proteger de manera específica a nuestro organismo y con el menor gasto energético posible. En épocas de mayor riesgo de sufrir una infección viral, la microinmunoterapia puede ser un apoyo terapéutico tanto de manera preventiva como cuando el proceso infeccioso ya está establecido.
Explicación: