¿por qué crees que Díaz recibió el respaldo de la población
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Explicación:
La Revolución de La Noria
Artículo principal: Plan de la Noria
Sebastián Lerdo de Tejada fue el tercer candidato en las elecciones presidenciales de 1871. Tras la muerte de Juárez, ocupó la presidencia de manera interina, y en este cargo amnistió a Díaz y a todos los militares que participaron en la Revolución de La Noria. Al intentar reelegirse en 1876, Díaz lanzó contra él el Plan de Tuxtepec. Tras varios meses de guerra civil, fue derrotado y exiliado. Murió en Nueva York, en 1889.
Porfirio Díaz decidió postularse a las elecciones presidenciales de 1871. Para esta elección, Juárez fue postulado por tercera ocasión, siendo las anteriores en los años 1861 y 1867. Había además un nuevo candidato, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada. Las elecciones se llevaron a cabo el 27 de agosto de ese año. Los resultados finales fueron revelados al país el 7 de octubre y fueron los siguientes:
Benito Juárez: 5837 votos
Porfirio Díaz: 3555 votos
Sebastián Lerdo de Tejada: 2874 votos
Díaz y Lerdo no quedaron conformes con el resultado dado a conocer por el Congreso, e iniciaron una serie de impugnaciones a la elección. Lerdo decidió retirarse de los juicios electorales y volvió a su puesto de presidente en la Suprema Corte de Justicia. Díaz, sin embargo, comenzó a ganar adeptos en el sur del país, entre los hacendados de Oaxaca y los militares de ese estado, donde Felipe Díaz era gobernador. El 8 de noviembre lanzó el Plan de la Noria, llamando a todos los militares del país a luchar contra Juárez. De esta manera dio inicio la Revolución de La Noria.
La reelección indefinida, forzosa y violenta, del Ejecutivo Federal, ha puesto en peligro las instituciones nacionales.
En el Congreso una mayoría regimentada por medios reprobados y vergonzosos, ha hecho ineficaces los nobles esfuerzos de los diputados independientes y convertido á la Representación Nacional en una cámara cortesana, obsequiosa y resuelta á seguir siempre los impulsos del Ejecutivo.
En la Suprema Corte de Justicia, la minoría independiente que había salvado algunas veces los principios constitucionales de este cataclismo de perversión é inmoralidad, es hoy impotente por falta de dos de sus más dignos representantes, el ingreso de otro llevado allí por la protección del Ejecutivo. Ninguna garantía ha tenido desde entonces el amparo; los Jueces y Magistrados pundonorosos de los Tribunales Electorales son sustituidos por agentes sumisos del Gobierno, los intereses más caros del pueblo y los principios de mayor trascendencia quedan á la merced de los perros guardianes.34
De inmediato los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas se unieron a Díaz, quien avanzó triunfante hasta Toluca, donde comenzaron las derrotas. Sóstenes Rocha e Ignacio Mejía evitaron que los rebeldes tomaran la capital. A pesar de que lograron conseguir adeptos entre las clases más bajas de la sociedad mexicana, los sublevados de La Noria tuvieron un largo proceso de derrotas. Cuando intentaron cruzar Puerto Ángel, Oaxaca, en enero de 1872 rumbo a Panamá, los juchitecos capturaron a Félix Díaz y lo asesinaron. Esa misma noche, Manuel González, mejor amigo y compadre de Díaz así como uno de los líderes de la sublevación, recibió una carta del hermano de Porfirio, que había sido ejecutado. La carta decía lo siguiente:
Vamos a perder, Juárez nos va a aplastar, pero quiero darle a mi hermano esta última prueba de afecto, porque lo que es el indio, nos friega.35
La noche del 18 de julio, Juárez falleció en la Ciudad de México. Junto con González, Díaz se encontraba en Nayarit, visitando al cacique local Manuel Lozada, llamado el "Tigre de Álica", a fin de conseguir su apoyo. Al oír cañonazos, Díaz preguntó qué sucedía, y de inmediato le informaron del fallecimiento de Juárez. Lerdo de Tejada ya era el presidente interino, y por lo tanto, el movimiento de La Noria perdía sentido, ya que Juárez había muerto y no existía razón para pelear. Luego de que Lozada se negó a apoyar a Díaz, los revolucionarios declinaron las armas. Poco después, en octubre, fueron convocadas las elecciones para presidente de la República mexicana. Se presentaron como candidatos Porfirio Díaz y Lerdo de Tejada. En las Elecciones extraordinarias de México de 1872, este último derrotó a Díaz. Una vez que el Congreso confirmó a Lerdo como presidente constitucional para el período del 1 de diciembre de 1872 al 30 de noviembre de 1876, el Ministro de Guerra y Marina, Mariano Escobedo decretó la amnistía para todos los revolucionarios de La Noria, pero con la condición de que se les daría de baja del Ejército Mexicano.