Por que consideran que el pasado se cuenta de distintas maneras (de la materia de historia)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El concepto de historicidad, como la mayoría de los conceptos en ciencias sociales, es complejo y multívoco. Tal como lo voy a retomar aquí, historicidad se refiere al conjunto de circunstancias que a lo largo del tiempo constituyen el entramado de relaciones en las cuales se inserta y cobra sentido algo, es el complejo de condiciones que hacen que algo sea lo que es: puede ser un proceso, un concepto o la propia vida.
Así, Hans Georg Gadamer hace referencia a la historicidad del intérprete –o del investigador– cuando afirma que todo aquél que intenta comprender un hecho o un texto lo hace desde su propia situación y sus propios intereses. Esto supone que la comprensión, si es por ejemplo de un hecho del pasado, supone tanto reconocer, hacerse consciente de las propias circunstancias, como de las condiciones en las cuales eso que queremos comprender se gestó. La historicidad de un término, o de un concepto, se refiere entonces, extendiendo un poco el sentido de las formulaciones de Gadamer, al entramado de relaciones (sociales, políticas, culturales, lingüísticas y de todo tipo) en el cual el concepto surge y del cual extrae en principio su significado. Además, hay que considerar para el caso de los conceptos sociales, o sociológicos, que es lo que nos interesa aquí, que la reconstrucción de esa historicidad, que no es algo definido de una vez y para siempre sino que continuamente "se está haciendo", supone una doble tarea por parte del investigador. Por una parte, debe tener en cuenta la distancia que lo separa del momento de surgimiento del concepto, lo cual implica, por lo tanto, tomar conciencia de la "alteridad" del concepto mismo, de las sucesivas diferencias de significado que el concepto pudo tener a lo largo del tiempo. Por otra, el investigador necesita reconocer que todo proceso de comprensión es, al mismo tiempo, un proceso de extrañamiento y desarraigo del concepto de sus circunstancias de origen. Reconocer y reconstruir la historicidad de un concepto implica, por lo tanto, un proceso doble: por un lado, constatar su "alteridad", la distancia que nos separa, sus sucesivas diferencias de significado a lo largo del tiempo; y por el otro, al traerlo a nuestra propia circunstancia, debido a un interés presente, cuestionarlo, de–construirlo y por último analizarlo en sus múltiples significaciones, lo cual le otorga una cierta "intemporalidad", una cierta generalidad, que permite su aplicación a circunstancias diversas.
La comprensión de la historicidad de un concepto contiene, al mismo tiempo, la conciencia de que algo pertenece a su propio contexto de origen y adquiere su significado en el marco de relaciones que lo suponen y que, al mismo tiempo, pretende representar o referir y, además, que ese concepto traído por nuestro interés al presente pertenece a nuestro mundo, en el que lo analizamos, lo utilizamos y lo recreamos (Gadamer, 1966: 333–375).
Esto no es una tarea sencilla. Por una parte, todos tenemos "hábitos imperceptibles" al pensar. Por ello es necesario estar dispuestos a sustituir los conceptos previos (nuestros "prejuicios") con los que iniciamos la investigación, así como los significados supuestos que les adjudicamos en principio, por los que vayan surgiendo y mostrándose como más adecuados en el transcurso del trabajo (Gadamer, 1966).
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