Por qué Alemania e Italia invadieron a África Por qué Alemania e Italia invadieron a África
Respuestas a la pregunta
Explicación:

La entrada en guerra de Italia, el 10 de junio de 1940, inauguró un nuevo frente en el Norte de África. Italia aspiraba a eliminar la presencia británica en el Mediterráneo, anexionarse Malta y formar un vasto imperio colonial en África.
El objetivo de Alemania e Italia era controlar el Mediterráneo, para lo cual era preciso apoderarse de Gibraltar (alentando para ello la entrada de España en el conflicto) y el Canal de Suez. Una vez controlado el norte de África, podrían obtener un fácil acceso a los recursos petrolíferos de Oriente Próximo, de los que tan necesitadas estaban ambas potencias.
La campaña de África fue uno de los episodios más relevantes de la guerra. Abarcó entre 1940 y mayo de 1943, con la rendición de italianos y alemanes.

El general italiano Rodolfo Graziani en abril de 1941 
Las hostilidades estallaron en junio de 1940 con la toma británica del fuerte italiano de Fuerte Capuzzo (Libia). En septiembre de 1940, las tropas italianas establecidas en Libia, al mando del General Graziani, lanzaron una ofensiva para conquistar la base inglesa de Alejandría (Egipto). El pretendido avance, sin embargo, se detuvo en las dunas de Sidi el-Barrani. A partir de entonces, los ingleses, en clara inferioridad numérica (2 divisiones contra 10 italianas) lanzaron una contraofensiva que logró derrotar a los italianos. Entre enero y febrero éstos perdieron la región de la Cirenaica (Libia).

Erwin Rommel, jefe del Afrika Korps con sus oficiales, en 1942 
La estrepitosa derrota italiana obligó a Hitler a acudir en socorro de sus aliados. Envió un selecto cuerpo de ejército especialmente adaptado a las condiciones de la guerra en el desierto: el Afrika Korps. Lo componían dos divisiones, y su comandante era el general Ervin Rommel. Desde Trípoli, el Afrika Korps dio un vuelco a la situación y, en tres semanas, tras recorrer de manera imparable casi mil kilómetros, reconquistó la Cirenaica, logrando cercar a los ingleses en la base de Tobruk, al este de Libia, ya cerca de la frontera con Egipto.
Panzer alemán ardiendo durante la Batalla de Tobruk. Noviembre de 1941 
Para eliminar el cerco germano-italiano de Tobruk, los británicos respondieron con un contraataque. Pero a pesar de la aplastante superioridad británica, Rommel logró repeler la ofensiva. Churchill se vio obligado a sustituir al general Wavel por Auchinleck.
Tobruk no pudo ser liberado hasta noviembre de 1941, tras la retirada de las tropas del Eje, si bien, meses más tarde, la localidad caería de nuevo en poder de las tropas de Rommel.
Batallas de Tobruk y el Alamein
Tras la caída de Tobruk, los germano-italianos empujaron con fuerza a los británicos hacia Egipto. Allí serían detenidos por el general Auchinleck, en julio de 1942, en la 1ª Batalla del Alamein, pequeña localidad situada a 80 Km de Alejandría. Tras este episodio, las tropas del Eje estaban exhaustas. Rommel pidió insistentemente a Hitler refuerzos y suministros, pero éste dio prioridad al frente oriental, donde se desarrollaba la guerra contra los rusos. En agosto de 1942, comenzaría la Batalla de Stalingrado. La 1ª Batalla del Alamein llevó ambos bando a una situación de punto muerto, si bien logró detener el avance alemán en Egipto. En octubre los británicos, fuertemente renovados en armamento, hombres y con un nuevo comandante en jefe (Montgomery), lograrían vencer a sus oponentes en la 2ª Batalla del Alamein.
Erwin Rommel sobre un vehículo adaptado al desierto. 1942
La guerra en el desierto se libró con estrategias y medios diferentes a los empleados en la guerra convencional. La naturaleza del terreno y el clima extremo no permitían a los ejércitos alejarse demasiado de las bases de abastecimiento de agua, petróleo y víveres. La ausencia de obstáculos naturales permitía a las unidades acorazadas moverse con gran rapidez por enormes espacios, en un constante avance y retroceso. En numerosas ocasiones hubieron de detenerse, como consecuencia de las abundantes averías mecánicas o la falta de combustible.
Respuesta:
La entrada en guerra de Italia, el 10 de junio de 1940, inauguró un nuevo frente en el Norte de África. Italia aspiraba a eliminar la presencia británica en el Mediterráneo, anexionarse Malta y formar un vasto imperio colonial en África.
El objetivo de Alemania e Italia era controlar el Mediterráneo, para lo cual era preciso apoderarse de Gibraltar (alentando para ello la entrada de España en el conflicto) y el Canal de Suez. Una vez controlado el norte de África, podrían obtener un fácil acceso a los recursos petrolíferos de Oriente Próximo, de los que tan necesitadas estaban ambas potencias.
La campaña de África fue uno de los episodios más relevantes de la guerra. Abarcó entre 1940 y mayo de 1943, con la rendición de italianos y alemanes.

El general italiano Rodolfo Graziani en abril de 1941 
Las hostilidades estallaron en junio de 1940 con la toma británica del fuerte italiano de Fuerte Capuzzo (Libia). En septiembre de 1940, las tropas italianas establecidas en Libia, al mando del General Graziani, lanzaron una ofensiva para conquistar la base inglesa de Alejandría (Egipto). El pretendido avance, sin embargo, se detuvo en las dunas de Sidi el-Barrani. A partir de entonces, los ingleses, en clara inferioridad numérica (2 divisiones contra 10 italianas) lanzaron una contraofensiva que logró derrotar a los italianos. Entre enero y febrero éstos perdieron la región de la Cirenaica (Libia).

Erwin Rommel, jefe del Afrika Korps con sus oficiales, en 1942 
La estrepitosa derrota italiana obligó a Hitler a acudir en socorro de sus aliados. Envió un selecto cuerpo de ejército especialmente adaptado a las condiciones de la guerra en el desierto: el Afrika Korps. Lo componían dos divisiones, y su comandante era el general Ervin Rommel. Desde Trípoli, el Afrika Korps dio un vuelco a la situación y, en tres semanas, tras recorrer de manera imparable casi mil kilómetros, reconquistó la Cirenaica, logrando cercar a los ingleses en la base de Tobruk, al este de Libia, ya cerca de la frontera con Egipto.
Panzer alemán ardiendo durante la Batalla de Tobruk. Noviembre de 1941 
Para eliminar el cerco germano-italiano de Tobruk, los británicos respondieron con un contraataque. Pero a pesar de la aplastante superioridad británica, Rommel logró repeler la ofensiva. Churchill se vio obligado a sustituir al general Wavel por Auchinleck.
Tobruk no pudo ser liberado hasta noviembre de 1941, tras la retirada de las tropas del Eje, si bien, meses más tarde, la localidad caería de nuevo en poder de las tropas de Rommel.
Batallas de Tobruk y el Alamein
Tras la caída de Tobruk, los germano-italianos empujaron con fuerza a los británicos hacia Egipto. Allí serían detenidos por el general Auchinleck, en julio de 1942, en la 1ª Batalla del Alamein, pequeña localidad situada a 80 Km de Alejandría. Tras este episodio, las tropas del Eje estaban exhaustas. Rommel pidió insistentemente a Hitler refuerzos y suministros, pero éste dio prioridad al frente oriental, donde se desarrollaba la guerra contra los rusos. En agosto de 1942, comenzaría la Batalla de Stalingrado. La 1ª Batalla del Alamein llevó ambos bando a una situación de punto muerto, si bien logró detener el avance alemán en Egipto. En octubre los británicos, fuertemente renovados en armamento, hombres y con un nuevo comandante en jefe (Montgomery), lograrían vencer a sus oponentes en la 2ª Batalla del Alamein.
Erwin Rommel sobre un vehículo adaptado al desierto. 1942
La guerra en el desierto se libró con estrategias y medios diferentes a los empleados en la guerra convencional. La naturaleza del terreno y el clima extremo no permitían a los ejércitos alejarse demasiado de las bases de abastecimiento de agua, petróleo y víveres. La ausencia de obstáculos naturales permitía a las unidades acorazadas moverse con gran rapidez por enormes espacios, en un constante avance y retroceso. En numerosas ocasiones hubieron de detenerse, como consecuencia de las abundantes averías mecánicas o la falta de combustible.
Explicación: