por favor necesito ayuda doy muchos puntos .. el que quiera puede aportar con uno es de mucha ayuda
pero no escriban nada fuera de lo común por favor
gracias.. cuáles son los susesos de la obra masticar una rosa?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hay maneras de hacer las cosas.
Si tienes en tus manos el libro de cuentos de Ángela Hernández Masticar una rosa, debes saber que simplemente mirando su portada para comprobar que existe, luego abriéndolo automáticamente para comenzar a leerlo, no es la manera más indicada de hacerlo.
¿Sabes cómo se mastica una rosa?
No tienes idea. Me lo imaginé.
Primero tomas la rosa con delicadeza por el tallo; la acercas al rostro e inhalas profundamente su perfume; dejas que una brisa lánguida la rodee y la toque como a un arpa milagrosa que lanza efluvios armoniosos apenas audibles; pasas sus pétalos levemente por la tez, para sentir su suavidad; la acercas a los labios, la besas; rozas levemente con la lengua uno de sus pétalos, saboreas su textura, su olor; imaginas que en tus manos, en tus labios vive la promesa de mundos coloridos, vegetales, absorbentes; penetras su misterio y, entonces, tienes que decidir si conservas o destruyes lo que hasta ese momento te embriaga y estremece.
Así hay que leer la obra de Ángela Hernández, su obra poética, narrativa y ensayista: usando todos los sentidos, dejándose llevar, disfrutando y sufriendo con ella sus cotidianidades, sus audacias, sus pormenorizaciones, sus extravagancias.
Pero concentrémonos en su narrativa: en sus cuentos.
En 1985 ocurrió la explosión. Ángela Hernández surge en su diversidad, inmensa y atrayente, con su libro de poemas Desafío, su libro de cuentos Las mariposas no le temen a los cactus y varios ensayos, entre ellos Diez prejuicios sobre el feminismo que será su tema de combate en lo adelante. Son todas obras que, tan sólo por sus títulos, indican una disposición de la autora a enfrentar el mundo, a desafiar el establishment, y que, efectivamente, lo hacen.
¿Se siente el feminismo en los cuentos de Ángela Hernández? ¿Hay una diferencia entre los cuentos escritos por una mujer y los escritos por un hombre?
No le había dado mucha mente, pero la hay. De inmediato se me ocurre que el hombre cuando escribe toma por descontado su machismo, mientras que la mujer está consciente de su feminismo. ¿Es esto una diferencia? Pienso que es sólo una actitud que podría asumirla un hombre que acepte la igualdad de la mujer como la manera idónea para lograr la convivencia humana.
Entonces, si esa no es la diferencia y, sin embargo, esta existe, ¿dónde está? Hay generalidades y hay particularidades en la apreciación de esa diferencia. Por señalar una de las generalidades, en la cuentística de Ángela Hernández noto que domina el punto de vista de la mujer a través de narradoras en primera persona o de narradores omniscientes (a propósito, eso mismo hacen los hombres), por lo que las experiencias de la mujer son las circunstancias y sustancias principales de sus cuentos. Como particularidades, por señalar algunas: en la ambientación que hace Ángela Hernández de sus escenarios, se detallan más las cosas de la casa, los pormenores del diario vivir de la mujer: la escoba en un rincón, la ristra de ajos sobre la mesa. También la autora expone más de cerca las peculiaridades de su sexo, como el crecimiento de los senos y la menstruación. Lo curioso, que me sorprendió (debo reconocer que soy machista por entrenamiento, aunque no por sentido común): en Ángela Hernández se demuestra que la mujer está tan consciente e interesada en el sexo del hombre como el hombre en el de la mujer.
Quizás esa sea la manera de Ángela Hernández decirnos: Las mujeres somos iguales a los hombres, aunque con diferencias. En mi narrativa lo expongo tal como es, acéptennos así porque así somos.
Pero concentrémonos en su narrativa: en sus cuentos.
Desde 1985 al día de hoy Ángela Hernández ha publicado varios libros de cuentos, entre los cuales, aparte de la mencionada Las mariposas no le temen a los cactus, están: Los fantasmas prefieren la luz del día en 1986; Alótropos en 1989; Masticar una rosa en 1993; Piedra del sacrificio en1999 y Cuentos casi extraños en 2007. Varios de esos cuentos aparecen en distintas antologías nacionales e internacionales. Algunos han sido traducidos al inglés y al italiano. Tiene un Premio Nacional del Cuento de 1998. En fin, al día de hoy, Ángela Hernández es la escritora dominicana que presenta la obra cuentística más sólida, copiosa e intachable.
¿Qué decir, entonces, de sus cuentos?
Ángela Hernández comienza diferenciando muy bien sus cuentos de sus poemas y termina igualándolos. Esto no quiere decir que cuando, hoy, la autora escribe un cuento está realmente escribiendo un poema. Lo que quiere decir es que el manejo lingüístico y el sentido de distorsión de la propuesta que ella hace de un cuento en la actualidad es el mismo que siempre adoptó para sus poemas: el simbolismo, el abstraccionismo y el surrealismo, movimientos que llevan al hermetismo. Esto significa que en la cuentística de Ángela Hernández hay dos etapas.
Explicación: