Religión, pregunta formulada por ysofia10b, hace 11 meses

por favor alguien que me saque un resumen de estooo porque no tengo mucho tiempo de internet para entregar esto
SOLIDARIDAD DESDE SAN FRANCISCO DE ASÍS
La alegría y generosidad de Francisco
La alegría junto con la pobreza son las dos características espirituales de la concepción franciscana de la vida. Francisco fue un joven «alegre y generoso» (TC 2). La simplicidad es la fuente de donde bebe su agua el gozo profundo y permanente, que es el rostro puro de la alegría. Y Francisco fue un hombre simple, a la vez dotado de una intensa emotividad: gozaba con una flor, temía ser incomprendido, tenía una sensibilidad extremadamente vulnerable, manifestaba antipatías y simpatías, con gusto se mostraba compasivo y servicial, era siempre veraz y auténtico, dispuesto siempre a dar a todo aquel que le pidiese por amor de Dios. Alegre, jovial, espontáneo en sus reacciones y firme en sus decisiones tomadas.
De carácter apasionado, dominado por la emotividad, fue un ideal-pasión el que unificó todas sus energías emotivas, llevándole al manantial puro de la simplicidad, del que brotaba cristalina y fresca la alegría. Es sensible a los colores y a los vestidos preciosos. En su juventud gustaba con agrado los platos exquisitos.
«Lo que me parecía amargo, se me cambió en dulzura de alma y cuerpo»
La seducción de Dios, en el encuentro con Cristo pobre, llevó a Francisco a la conversión absoluta. Este acontecimiento radical y determinante produjo en él un cambio de valores, sin causar, con todo, trastorno alguno en la estructura de su carácter. Su emotividad ardiente seguía tan viva; ahora ya unificada y centrada en el ideal-pasión, merced a las revelaciones del Señor y a sus esfuerzos, hace que Francisco se afirme cada día con más seguridad.

«Dios, bueno, piadoso, manso, suave y dulce»
Pobreza y alegría están unidas en la experiencia de Francisco al brotar de la misma disposición fundamental de fe ante Dios, el Sumo Bien, suma suficiencia, al que uno se abandona con adhesión personal y, por lo mismo, amorosa. De aquí surge la originalidad de vida y la felicidad franciscana: dichosos en una situación de pobreza, seguros sin apoyo alguno en esta tierra, trabajando sin el agobio de la paga y de la codicia, creando desde el no-poder un orden social y humano nuevo. La coherencia sencilla lleva a vivir la fe en las situaciones diversas del vivir cotidiano. Saberse amado de Dios puebla de gozo el corazón y la vida de Francisco. Felicidad, bien total, dulzura... eso es Dios para Francisco. Dios es suficiente, el resto sobra. Las cosas continúan siendo necesarias para la vida humana, pero han sido, por lo mismo, ya relativizadas. Dios es la felicidad, porque Él es lo más que le puede pasar a uno. Todo lo demás es un añadido. Francisco afirma y canta a cada paso la exclusividad de Dios: «Ninguna otra cosa deseemos, ninguna otra queramos, ninguna otra nos agrade y deleite, sino nuestro Creador, y Redentor, y Salvador, solo verdadero Dios... el solo bueno, piadoso, manso, suave y dulce...» La misma realidad se verifica en la obediencia. Porque Dios es el Señor, su voluntad se convierte en una obsesión para Francisco. La obediencia no es tanto una actitud con vistas a la comunidad, como una actitud en relación con Dios. Es una sensibilidad hacia su gloria y hacia su querer. Siendo esto así, la obediencia no se limita a los superiores, sino que se da allí donde se manifiesta la voluntad de Dios: obediencia de los hermanos unos hacia otros (obediencia fraterna recíproca): «Sírvanse y obedézcanse los hermanos unos a otros de buen grado» (1 R 5,14). Obediencia a toda criatura humana: «... no promuevan disputas y controversias, sino que se sometan a toda humana criatura por Dios y confiesen que son cristianos» (1 R 16,6). Obediencia a las criaturas irracionales y a los acontecimientos: «Y ruego al hermano enfermo que por todo dé gracias al Creador; y que desee estar tal como el Señor le quiere, sano o enfermo...»

Respuestas a la pregunta

Contestado por nortenoperrito
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SOLIDARIDAD DESDE SAN FRANSICI DE ASIS

La alegría y generosidad de Francisco

La alegría junto con la pobreza son las dos características espirituales de la concepción franciscana de la vida. Francisco fue un joven «alegre y generoso» . La simplicidad es la fuente de donde bebe su agua el gozo profundo y permanente, que es el rostro puro de la alegría. De carácter apasionado, dominado por la emotividad, fue un ideal-pasión el que unificó todas sus energías emotivas, llevándole al manantial puro de la simplicidad, del que brotaba cristalina y fresca la alegría.

«Lo que me parecía amargo, se me cambió en dulzura de alma y cuerpo»

La seducción de Dios, en el encuentro con Cristo pobre, llevó a Francisco a la conversión absoluta.

Pobreza y alegría están unidas en la experiencia de Francisco al brotar de la misma disposición fundamental de fe ante Dios, el Sumo Bien, suma suficiencia, al que uno se abandona con adhesión personal y, por lo mismo, amorosa. Saberse amado de Dios puebla de gozo el corazón y la vida de Francisco. Felicidad, bien total, dulzura... eso es Dios para Francisco. Dios es suficiente, el resto sobra.

Las cosas continúan siendo necesarias para la vida humana, pero han sido, por lo mismo, ya relativizadas. Dios es la felicidad, porque Él es lo más que le puede pasar a uno. Porque Dios es el Señor, su voluntad se convierte en una obsesión para Francisco. La obediencia no es tanto una actitud con vistas a la comunidad, como una actitud en relación con Dios.


ysofia10b: Graciiaaaas sorry porque no pude responder antes UwU YA NO ME PUSIERON 1.0 ;)
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