PONGO CORONA
una reflecion sobre los vinculos saludables y toxicos y el consentimiento
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las relaciones sanas son aquellas en las que tú estás a gusto con tu pareja porque os tratáis con respeto, no que Critica tu forma de vestir, maquillarte, tus gustos... Te compara con otr@s chicos, se ríe de ti delante de sus/tus amistades.
Explicación:
Pero ¿cómo podemos saber si nuestros vínculos son o han sido sanos? ¿Cómo identificar un vínculo tóxico?
Es importante que partamos de la base de que la distinción entre vínculos sanos y vínculos tóxicos es una clasificación cuyos términos no se excluyan entre sí. En la realidad, un vínculo sano puede derivar en un vínculo tóxico y, más raramente, un vínculo tóxico podría llegar a convertirse en un vínculo sano. Eso quiere decir que el vínculo es algo dinámico, cambiante. Debemos ver el vínculo no como algo momentáneo, sino como un continuo que atraviesa distintas fases y da lugar a matices y niveles diferentes.
Podemos identificar un vínculo sano a través de algunos factores:
1. Está basado en la elección, no en la obligación, la culpa o la dependencia.
Son vínculos sanos aquellos que se establecen con personas, cosas o actividades con las que elegimos vincularnos libremente. Entonces, ¿qué ocurre con la familia?; si la familia es algo que nos viene dado, ¿podemos hablar de vínculos familiares? Es cierto que la familia de origen no se elige, pero sí elegimos nuestra manera de vincularnos con nuestro círculo familiar, padres, hermanos…, sobre todo en nuestra edad adulta. No es lo mismo, por ejemplo, elegir vincularnos desde “el querer” (“Qué bien, hoy tenemos comida juntos, así le puedo comentar a mi hermano lo que me pasó el otro día”) que elegir vincularnos desde “el deber” (“Voy a visitar a mis padres que, si no, dicen que no voy nunca”). En este caso es la naturaleza del vínculo lo que se elige.