poesías de las culturas precolombinas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El término poesía precolombina hace relación a la tradición poética oral y escrita que existía en América antes de la llegada de los españoles. En cuanto a los textos precolombinos de los pueblos más desarrollados socialmente, no es mucho tampoco lo que ha quedado, aunque sí lo suficiente para hacerse una idea del concepto poético, literario y social de estos pueblos. Esta poesía posee, principalmente, un fuerte sentido religioso de comunicación colectiva entre los hombres y sus divinidades, también encontramos, además de los textos sagrados, una cantidad de poemas educativos, líricos, épicos y eróticos, muchos de los cuales fueron transmitidos en forma oral y luego llevados a la simbología escrita. Los habitantes precolombinos dieron una importancia superlativa al cosmos, a los dioses, a la vida y a la tierra sacralizándola incluso en sus manifestaciones orgiásticas y festivas, que no eran menores dentro de su cultura. La conservación de los textos se debe principalmente a los códices o libros en lengua autóctona escritos por los amanuenses más letrados. Muchas de las creaciones precolombinas, sobre todo las dramáticas, se cantaban y bailaban en las ceremonias rituales, eventos esenciales en el desarrollo cotidiano de estas sociedades.
Para este breve recorrido por la poesía precolombina nos basaremos fundamentalmente en las culturas azteca, maya, e inca, siendo la idea resaltar aspectos que, si bien pueden resultar generales, acerquen al lector, de algún modo, a la literatura practicada por estos pueblos, permitiéndonos, a la vez, una especie de reencuentro con su legado prehispánico.
Respuesta:
Al igual que los pueblos de otras épocas y otras
regiones del mundo, los pobladores originarios
de América poseían una extensa literatura, que
incluía la narrativa, el teatro y, por supuesto,
una poesía rica y abundante. Cuando Cristóbal
Colón llegó en 1492 a la isla Guanahaní, en las
Bahamas, no sospechó que en esta región del
mundo existían numerosos grupos humanos y
grandes civilizaciones, cada uno de los cuales
poseía tradiciones literarias propias. Recién en
1519, cuando Hernán Cortés llegó a las costas
de México, los españoles tomaron contacto con
la literatura de los aztecas, entre la que desta-
caba la poesía. Posteriormente, en sus explo-
raciones y conquistas de América Central y del
Sur, conocieron las creaciones literarias de los
mayas, los incas y otros pueblos.
La mayor parte de la literatura indígena de esos
tiempos era oral, pero en las culturas maya y
azteca también había textos escritos. Aunque
muchos de esos registros escritos fueron des-
truidos por los europeos, algunos relatos y poe-
mas sobrevivieron gracias a la tradición oral y a
las transcripciones realizadas por los cronistas y
los misioneros católicos.
La poesía azteca abarcaba poemas religiosos, his-
tóricos, filosóficos, de amor y de contemplación
de la naturaleza. La actividad poética en náhuatl
era conocida como “flor y canto” y se considera-
ba un diálogo con lo divino, con el mundo y con
el pueblo. Los principales poetas eran los mo-
narcas y los sacerdotes. Algunas de esas compo-
siciones eran cantadas y otras se acompañaban
con danzas. Muchas de estas creaciones fueron
registradas en los códices, libros escritos con sig-
nos ideográficos desde la época precolombina.
En cuanto a la poesía maya, la mayor fuente de
los poemas líricos antiguos es el códice Los can-
tares de Dzitbalché, escrito en maya alrededor
de 1742 utilizando el alfabeto latino. También
los escritos mayas recogían relaciones de sus
mitos, historia y costumbres. Se dice que tales
textos se leían en ceremonias religiosas secretas,
que estaban prohibidas durante la Colonia y eran
castigadas con pena de muerte, por lo que los
códices eran guardados por las principales fami-
lias de cada comunidad y heredados de padres a
hijos. Por esta razón permanecieron ocultos has-
ta el siglo XVII, cuando fueron hallados el Popol
Vuh y los libros del Chilam Balam.
En el caso de los incas, en la época prehispá-
nica desarrollaron una diversidad de formas líri-
cas, narrativas y dramáticas, pero únicamente en
forma oral, sobre todo como cantos. Ya que no
poseían escritura, tales textos fueron transcritos
durante la Colonia por los cronistas, misioneros
y funcionarios coloniales. En aquel tiempo había
dos tipos de literatura: la popular, que era una
expresión del pueblo y era transmitida por los
aravicos, o poetas, junto con un acompañamien-
to musical y danzas; y la de la corte inca, a cargo
de los amautas, personas de gran sabiduría que
se encargaban de la educación de los nobles.
Explicación: