poema de luis mora necesito para un crucigrama
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GRACIAS SI ME MIRAS
A sus miradas.
La dama de los besos ha llegado
con su reciente baño de aurora.
El perfume de sus nardos le anuncia.
La dama de los besos está sola
y me parece reconocer el drama del primer secreto
contado en sus huracanes de silencio.
La dama…
Mi bella dama…
Mi Señorita Corazón…
Es una violeta con corazón de alondra,
con ansiedad de primitivo mar,
como marea en la única orilla.
Ella solo ríe, canta, delira.
Ella solo existe cuando no me mira.
Es mi mayor logro. Es mi alma divina.
La paz de los poblados. En fin;
es preciosa cuando no me mira.
Y es mejor que no lo haga
¿pues para que lo haría?
Si, es mejor que no me mire
pues llevo las manos vacías,
ella no quiere eso y por eso también suspira.
Soy feliz de madrugada, cuando ella dormía.
Amanece y brilla aún siendo en el día.
Yo sé que ella tiene un gran miedo,
miedo de ser mi querida.
Yo también tengo aún más miedo,
miedo de ser su mentira.
Y le pongo mi velo de noche.
Y le visto de estrella de mar.
Y le voy a traer de más lejos.
Y le voy a dejar más allá.
Pero la miro y no me mira.
No se da cuenta que por ella soy yo quien suspira.
Ella lo sabe y decide que es mentira.
Para ella todo lo que digo le sabe a señal advertida.
Ella solo ríe, canta y delira.
Ella solo existe cuando no me mira.
Es preciosa hasta cuando me esquiva
y huye con sus nardos por cualquier esquina.
Ella no ha venido. Creo que está dormida.
Es lindo verla recostada.
¡Mi alegría luce complacida!
Está soñando yo lo sé.
¡Ella sueña que no es mía!
La Señorita Corazón es mi gran amiga.
No sé desde cuando, solo sé que mientras me mira.
La dama…
Mi bella dama…
Mi Señorita Corazón…
Quisiera contarles más pero…
No ha venido a verme todavía.
No sé que flores asaltaría.
No sé que perfume le anunciaría.
Solo sé que es preciosa cuando no me mira,
es decir: cuando ríe, canta y me inspira.
A sus miradas.
La dama de los besos ha llegado
con su reciente baño de aurora.
El perfume de sus nardos le anuncia.
La dama de los besos está sola
y me parece reconocer el drama del primer secreto
contado en sus huracanes de silencio.
La dama…
Mi bella dama…
Mi Señorita Corazón…
Es una violeta con corazón de alondra,
con ansiedad de primitivo mar,
como marea en la única orilla.
Ella solo ríe, canta, delira.
Ella solo existe cuando no me mira.
Es mi mayor logro. Es mi alma divina.
La paz de los poblados. En fin;
es preciosa cuando no me mira.
Y es mejor que no lo haga
¿pues para que lo haría?
Si, es mejor que no me mire
pues llevo las manos vacías,
ella no quiere eso y por eso también suspira.
Soy feliz de madrugada, cuando ella dormía.
Amanece y brilla aún siendo en el día.
Yo sé que ella tiene un gran miedo,
miedo de ser mi querida.
Yo también tengo aún más miedo,
miedo de ser su mentira.
Y le pongo mi velo de noche.
Y le visto de estrella de mar.
Y le voy a traer de más lejos.
Y le voy a dejar más allá.
Pero la miro y no me mira.
No se da cuenta que por ella soy yo quien suspira.
Ella lo sabe y decide que es mentira.
Para ella todo lo que digo le sabe a señal advertida.
Ella solo ríe, canta y delira.
Ella solo existe cuando no me mira.
Es preciosa hasta cuando me esquiva
y huye con sus nardos por cualquier esquina.
Ella no ha venido. Creo que está dormida.
Es lindo verla recostada.
¡Mi alegría luce complacida!
Está soñando yo lo sé.
¡Ella sueña que no es mía!
La Señorita Corazón es mi gran amiga.
No sé desde cuando, solo sé que mientras me mira.
La dama…
Mi bella dama…
Mi Señorita Corazón…
Quisiera contarles más pero…
No ha venido a verme todavía.
No sé que flores asaltaría.
No sé que perfume le anunciaría.
Solo sé que es preciosa cuando no me mira,
es decir: cuando ríe, canta y me inspira.
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