¿Podrías platicar sobre algún cuento de misterio, terror o suspenso que hayas leído antes?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
SI
Explicación:
La verdadera leyenda de La Llorona
Esta es una leyenda de terror que todos conocen en México porque el relato ha pasado de generación en generación. La verdadera leyenda de La Llorona la expone Vicente Riva Palacio en su libro “Tradiciones y Leyendas Mexicanas”, publicada en 1880.
Foto: Steinar Engeland on Unsplash
¿Quién era la Llorona? Riva Palacio la describe en vida, como una mujer hermosa, esbelta, piel blanca, ojos negros, cabello rizado y labios rojos, con un poderoso atractivo que cautivaba a todos sin distinción de clase. Era tal la fama de su belleza que todas las noches llegaban a su balcón a recitarle algún poema o a cantarle. Algunas veces peleaban los pretendientes terminando en alguna que otra cuchillada, pero ella nunca salía de casa…
Cierto día la mujer desapareció misteriosamente y la noticia en todo México se difundió generando elucubraciones de su partida, pero en seis años nada supieron. Hasta que salió a la luz la verdad. Había escapado con un hombre y como decían que era un amor bastardo (no aceptado) la escondió en un lugar apartado. Procrearon tres hijos rubios de cabello rizado. Pero tristemente se fue enfriando la relación y a este señor ya no le importaba llegar a verla ni a ella ni a sus hijos
La Llorona cada vez estaba más triste y deprimida. Y un día su intuición ocasionó que fuera a buscar a su amor pero se encontró con una escena muy triste y aquí comenzó su desgracia… Conoce el verdadero nombre de esta mujer a la que todos conocemos como La Llorona así como su terrible historia.
ESPERO Y TE SIRVA
CORONITA PLIS
“Una mujer, envuelta en un flotante vestido blanco y con el rostro cubierto con velo cruzaba con lentitud por varias calles y plazas de la ciudad iluminada por la luna. Levantaba los brazos con angustia y lanzaba un grito desesperado. Ese tristísimo ¡ay! se levantaba en el silencio de la noche, y luego desaparecía entre ecos lejanos y, al final, terminaba con el grito más doliente en la Plaza Mayor. Allí se arrodillaba esa mujer misteriosa. Se inclinaba como besando el suelo y lloraba con un grito largo y penetrante. Después se iba ya en silencio, lentamente, hasta que llegaba al lago, y en sus orillas se perdía. Se deshacía en el aire como la niebla, o se sumergía en las aguas”.
La leyenda de La Llorona tiene diversos elementos simbólicos: la mujer, la maternidad atormentada, la noche, el agua, lo blanco, la voz y el silencio, la muerte de los hijos, la Plaza y la luna, entre otros.
Se cree que su origen proviene de los mitos prehispánicos, de hecho en La Llorona se funden varias representaciones de diosas madres como Tonantzin (“nuestra madre” en lengua Náhuatl), la que se adora en el cerro del Tepeyac y que después se identificará con la Virgen de Guadalupe.
Durante la Colonia, la leyenda de La Llorona sufrió transformaciones. No podía hablarse de una diosa o diosas prehispánicas, pues sería blasfemia y herejía, sin embargo, su esencia indígena no pudo romperse del todo. Se mantuvieron intactos distintos elementos: la noche, la mujer vestida de blanco con el cabello largo y negro, el grito desgarrador de ¡Aaaay mis hijos!, y la presencia de agua, ríos o lagos.
Existe un gran número de versiones sobre su presencia y lo que la obliga a lanzar lamentos por la noche. La Llorona es, antes que nada, madre, pero es una madre atormentada por el insufrible dolor de haber perdido o asesinado a sus