¿Podría esta parábola ser significativa para su experiencia cotidiana familiar en las relaciones a nivel barrial y escolar? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
La modernidad impone a la familia y a la es-
cuela como nuevos escenarios de socialización
de la infancia; la disociación existente entre
ambas instituciones se convierte, por una par-
te, en vacío o déficit de socialización, y por
otra, en el aislamiento de los padres y madres
de familia de la vida escolar de sus hijos. Cuan-
do la familia o la escuela reproducen relacio-
nes de violencia, el desencuentro entre padres,
madres y maestros se complejiza, haciendo aún
más difícil la comprensión, la intervención y
la prevención de dichas relaciones violentas,
reforzando pautas inadecuadas. Tanto la vio-
lencia intrafamiliar como la violencia escolar
y juvenil, se han catalogado dentro de la ca-
tegoría de las violencias impulsivas o difusas.
La violencia escolar se ha convertido en uno
de los problemas más relevantes de las culturas
urbanas a nivel mundial y, por ende, en tema
de interés de educadores y padres; el reconoci-
miento de relaciones de violencia en la familia,
en la escuela y en los barrios, permite un clima
favorable para su investigación. Por lo general,
los padres y madres de familia usuarios de las
escuelas públicas tienen su lugar de residencia
en los barrios populares de la ciudad; por ello,
la familia, la escuela y el barrio son la unidad
de análisis privilegiada para comprender las
relaciones de violencia que se gestan en su inte-
rior y que se manifiestan en cada uno de estos
escenarios.
Palabras clave
Familia, escuela, barrio, socialización, infancia,
violencias difusas, violencia escolar