Piensa que sin el esqueleto vivirías derramado sobre el suelo, como el slime (masa parecida a un moco resbaloso y escurridizo). Además, el esqueleto protege todos nuestros órganos de los golpes o de cualquier agresión externa. Figúrate si será fuerte que cada centímetro cuadrado de hueso puede soportar 1700 kilos: ¡el peso de tres toros! Y en total tenemos 206 huesos en adulto. Un bebe nace con 300 huesos aproximadamente, a la larga se acaban funcionando (se unen al crecer).
El hueso más largo del cuerpo está en el muslo: es el fémur. Y el más pequeño está dentro del oído, y se llama estribo, porque parece el estribo de un caballo.
Si el esqueleto fuera todo de una pieza, no podríamos movernos. Para que podamos movernos, los huesos están divididos en trozos, unidos entre sí por articulaciones.
Seguro que creías que los huesos eran como trozos de piedra. Pues no: los huesos están vivos. Si se agrietan o se rompen, pueden repararse a sí mismos. La cubierta exterior es dura, pero por dentro son como de esponja. Algunos tienen una sustancia gelatinosa llamada medula. Es muy importante porque es la que produce los glóbulos rojos de la sangre.
1.- Completa el texto con la información de la lectura:
El……………………… sostiene nuestro cuerpo y protege nuestros………………………. de
Cualquier agresión externa. Para que nos podamos mover, los……………………… están unidos entré si por las………………………... los huesos están ………………………… y pueden repararse por sí mismos.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué son los huesos y qué hacen?
Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma. Aunque sean muy ligeros, los huesos son lo bastantes resistentes como para soportar todo nuestro peso.
Los huesos también protegen los órganos de nuestros cuerpos. El cráneo nos protege el cerebro y conforma la estructura de la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral (o espina dorsal). Las costillas forman la caja torácica, que alberga el corazón y los pulmones en su interior, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, parte de los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.
Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al armazón. Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo. Las cantidades de ciertas vitaminas y minerales que ingieres, sobre todo la vitamina D y el calcio, afectan directamente a la cantidad de calcio que almacenas en los huesos.
Los huesos están compuestos por dos tipos de tejido óseo:
El hueso compacto (o hueso cortical) es la parte sólida, dura y más externa del hueso. Tiene el aspecto del marfil y es sumamente resistente. Su interior está lleno de orificios y canales, atravesados por vasos sanguíneos y nervios.
El hueso esponjoso, que se parece a una esponja, se encuentra dentro del hueso compacto. Está formado por un entramado en forma una malla compuesto por pequeños trozos de hueso llamados trabéculas óseas. Aquí es donde se encuentra la médula ósea.
En este hueso blando, es donde se fabrican la mayoría de las células que componen la sangre. La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos corporales, y las plaquetas contribuyen al proceso de coagulación cuando alguien se hace un corte u otro tipo de herida. Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.
Los huesos se mantienen unidos a otros huesos a través de unas largas tiras fibrosas llamadas ligamentos: El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones, sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan entre sí.
¿Cómo crecen los huesos?
Los huesos de los niños y los de los adolescentes jóvenes son más pequeños que los de los adultos y contienen cartílago de crecimiento, también conocido como "placa de crecimiento" o "placa epifisaria. Estas placas están compuestas por células cartilaginosas que se multiplican, creciendo en longitud y convirtiéndose, más adelante, en hueso mineralizado y duro. Estas placas de crecimiento son fáciles de detectar en una radiografía. Puesto que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento se transforman en hueso duro antes que en los niños.
La construcción ósea se prolonga durante toda la vida, ya que el cuerpo renueva y reconstruye constantemente al tejido vivo de los huesos. Los huesos contienen tres tipos de células:
los osteoblastos, que fabrican huesos nuevos y ayudan a reparar las lesiones óseas
los osteocitos, células de hueso maduro que ayudan a continuar con la formación de nuevos huesos
los osteoclastos, que rompen o descomponen el tejido óseo para ayudar a esculpirlo y a darle forma