pequeño resumen del final del relato una niña llamada ernestina porfaaa
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Respuesta:
Se me ocurrió la idea de pasar en limpio algunos apuntes chamuscados de cuando mi vida sufrió un cambio. No tienen fecha y a mi abuelita Mercedes le pedí que corrigiera la ortografía ( ella también aparece en los apuntes), pues yo seré astronauta y no escritor, así quede muy contento de poder contar como conocí a Ernestina.
Cuando uno no ha crecido lo suficiente, los mayores no nos explican el porque de las cosas, y siempre me culpan a mi como si mis 2 hermanas solteronas o el jardinero no hicieran nada.
Fue así como todos, incluso el profe, decidieron que yo era el único responsable de mi repitencia, aunque contradictoriamente me dijeron que era un irresponsable.
Me llamaron la atención como 3 días, con miradas y coscorrones de mi mamá, pero el fantasma de mi repitencia se aparecía a cada rato. Mis padres se lamentaban.
-¿Qué vamos a hacer con Ernesto?. Los curitas no admiten alumnos repitentes.
Y lo peor era que en otros colegios tampoco me aceptaban. Yo feliz, pues tendría vacaciones perpetuas, pero nadie quería cuidarme todo el día y mas encima a mi mamá y a mi papá los mandaron en Febrero como representantes de la empresa a Alemania por 1 año. No sabían que hacer conmigo y le comente a mi abuelita Mercedes; ella se quedó pensando y al otro día me avisan que me iría a Maipú con mi abuelita y la Sra. Fresia me consiguió un colegio que queda cerquita de la casa de mi abuela y no cobran ni un peso.
La 2ª semana de Marzo mi abuelita me fue a dejar al colegio, me llamó la atención que nadie llegara en auto, además habían muchas niñas con jumper. Mi abuelita me explicó que era un colegio mixto y que en la mañana asistían los de media y en la tarde los de la básica ¿Cómo me iba a acostumbrar a tratar con niñas, si siempre me he llevado mal con mis hermanas?
Tocaron la campana, mi abuelita se retiró y me dijo que a las 7 me vendría a buscar. Me dio pánico, yo soy grande y me puedo ir solo a la casa.
Me forme y cante con toda la potencia de mi voz el himno nacional, de repente una niña me empujo y me dijo ¡Oye , no grites tanto que no somos sordos¡
Después hablo el director y nos retiramos a la sala.
Yo fui el ultimo en llegar, la profesora me presento al curso y pregunto quien quería sentarse conmigo.
-Creo señorita Emilia- hablo un chico con cara de mateo- que como se llama Ernesto debe sentarse con Ernestina, pues son tocayos.
Todos rieron.
-¡Claro – grito una niña del fondo- que venga a sentarse conmigo¡
Me fui a sentar de mala gana. Se me ocurrió preguntar a la profesora donde quedaba la oficina para guardar las cosa ,y un pelucón colorín dijo a toda voz:
-¡Miren “El Conde”, quiere tener oficina y estante!
Y todos se rieron.
Cuando salimos a recreo le pregunte a la Ernestina donde quedaba el gimnasio , ella me dijo que el patio era donde se hacia todo.
Varios me llamaron “Conde”, pero cuando me vi rodeado y provocado por un grupo le lance un combo al flaco colorín y lo deje lona. El inspector me perdonó y me gane el respeto, pero la Ernestina me retó.
-¿Cómo se te ocurre pegarle al Capitán Rojo? ¿no sabes que el me defiende siempre?
Y me empujo, entonces la profesora la reprendió. Luego nos despacho a nuestras casa y cuando íbamos saliendo vi con horror a mi abuelita que me venia a buscar, como la Ernestina se dio cuenta me escondió en la biblioteca , allí un señor nos echo y la Ernestina hablo con él:
-¡Ay don José¡ déjenos un ratito que si se enteran que la abuelita lo vino a buscar se lo van a comer a tallas!.
Así me sentí comprometido con la Ernestina y le dije que yo ahora la iba a proteger por que ella me había ayudado. Se puso
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