Pequeño ensayo sobre las controversias de jesus y los Fariseos Plisss 20 puntos, mejor respuesta, gracias
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Respuesta:
Los fariseos gozaban de gran estimación entre el pueblo judío pues eran los piadosos de Israel que buscaban ayudar al resto del pueblo a practicar la Ley para así lograr la salvación. Para nosotros, cristianos, la palabra “fariseo” tiene una connotación bastante negativa que se usa como sinónimo de hipócrita. Esta identificación se debe a una deformación histórica. A continuación algunas observaciones sobre la relación Jesús – fariseos.
1º Cuando Jesús llama a los fariseos[1] se está dirigiendo no a todos los fariseos sino a aquellos que efectivamente son hipócritas. Prueba de lo dicho es que describe en qué consiste su hipocresía: hipócrita es más bien sinónimo de legalista. Jesús se dirige contra todos aquellos que han puesto la letra de la ley por sobre su espíritu, por sobre la intención misericordiosa del legislador: Dios mismo. Jesús, tal como dijo “fariseos hipócritas” podría hoy decir “católicos hipócritas”, refiriéndose con ello no a todos los católicos sino a aquellos que convierten el evangelio (=buena noticia) en ley, ahogando así al Espíritu. Los evangelios no fueron escritos para judíos sino para cristianos. ¿Por qué entonces la controversia con los fariseos? Porque las actitudes negativas de algunos de ellos se estaban replicando en las comunidades cristianas destinatarias de los evangelios.
2º Los reproches dirigidos contra los judíos son tan frecuentes y tan virulentos como los que se encuentran en la Torah (= Pentateuco) y en los Profetas. Hay que recordar que los profetas utilizaron un lenguaje particularmente duro para criticar a su propio pueblo y a sus autoridades.
3º Hay pasajes en los que Jesús y los fariseos aparecen en actitudes pacíficas y amigables: a) las ocasiones en que Jesús fue a comer a casas de fariseos (ver Lc 7,36; 11,37; 14,1: donde se trata de uno de los jefes de los fariseos); b) los fariseos advierten a Jesús que Herodes Antipas lo quiere matar (Lc 13,31ss.); c) como amigos o partidarios de Jesús aparecen Nicodemos (Jn 3,1; 7,50; 19,39) y José de Arimatea (Mc 15,43); d) el tremendo elogio que hace Jesús del escriba o maestro de la Ley (Mc 12,34).
4º Por último, es muy probable que los fariseos no hayan sido los responsables de la muerte de Jesús puesto que eran los saduceos y no los fariseos los que tenían el poder de ejecutar las penas impuestas. Además, el recién mencionado fariseo Nicodemo es el único que defiende a Jesús en el sanedrín (Jn 7,45ss.) y José de Arimatea, por su parte, tampoco aprobó la pena de muerte contra Jesús (Lc 23,51). Todo esto indica que no fueron los fariseos sino los saduceos del sanedrín los verdaderos enemigos de Jesús, quienes seguramente se sintieron amenazados por las palabras proferidas por Jesús contra el Templo, que era el centro de la actividad saducea.
Los textos del Nuevo Testamento en los que se recrimina a los judíos no deben ser utilizdos como fundamento para el antijudaísmo: “Utilizarlos con este fin va contra la orientación de conjunto del Nuevo Testamento. Un antijudaísmo verdadero, es decir una actitud de desprecio, de hostilidad y de persecución contra los judíos en tanto que judíos, no existe en ningún texto del Nuevo Testamento y es incompatible con la enseñanza del Nuevo Testamento. Lo que hay son reproches dirigidos a ciertas categorías de judíos por motivos religiosos y, por otro lado, textos polémicos en defensa del apostolado cristiano contra los judíos que se le oponian