parrafrasear con sus propias palabras
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Ya que, cristianísimos y bastante elevados y bastante excelentes y bastante poderosos Príncipes, Monarca y Reina de España y de las islas de el océano, Nuestros propios Señores, este presente año de 1492, luego de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en el continente Europeo y haber destruido la guerra en la bastante enorme urbe de Granada, adonde este presente año a 2 días del mes de enero por fuerza de armas vi situar las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es la fortaleza de la esa urbe y vi salir al monarca moro a las puertas de la urbe y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Mr., y después en ese presente mes, por la información que yo había dado a Vuestras Altezas de las tierras de India y de un Príncipe denominado Enorme Perro (que desea mencionar en nuestro romance Monarca de los Reyes), como frecuentemente él y sus predecesores habían enviado a Roma a solicitar médicos en nuestra santa fe pues le enseñasen en ella, y que jamás el Santo Papá le había proveído y se perdían muchos pueblos creyendo en idolatrías o recibiendo en sí sectas de perdición, Vuestras Altezas, como católicos cristianos y Príncipes amadores de la santa fe cristiana y acrecentadores de ella, y enemigos de la secta de Mahoma y de cada una de idolatrías y herejías, pensaron de enviarme a mí, Cristóbal Colón, a las dichas partidas de India para ver a los estos príncipes, y los pueblos y tierras y la disposición de ellas y de todo, y la forma que se pudiera tener para la conversión de ellas a nuestra santa fe; y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se acostumbra de andar, salvo por el camino de Occidente, por donde hasta hoy no comprendemos por cierta fe que haya pasado nadie.