Geografía, pregunta formulada por arturomichelsanchezr, hace 7 meses

para ti que es la inseguridad cultural​

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Contestado por brigittymeza05
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Por motivos mucho más fuertes que los brutales ejemplos de los últimos días, la inseguridad ha dejado de ser una preocupación para convertirse en parte de nuestra cultura.

Mucho más que el temor a circular por calles de fuego o a tomar un taxi y que el miedo a entrar en nuestra propia casa con la sospecha de que se pudo haber sido objeto de un saqueo, la inseguridad es un rasgo característico de este tiempo, que alude a la carencia de certeza sobre lo que habrá de depararnos el porvenir.

Vivimos hoy una sensación de cambio permanente y, consecuentemente, de provisionalidad, que nos resultaba infrecuente pocos años atrás. Esa inseguridad se manifiesta, por supuesto, en una mayor probabilidad de que suframos un asalto; pero también en el temor a perder el trabajo, en la creciente desconfianza en las autoridades policiales y en las escasas expectativas en que la clase política hará algo para resolver estos problemas.

Los indicadores de esta nueva cultura de la inseguridad son numerosos. Pero basta citar que seis de cada diez personas de la Capital y el Gran Buenos Aires expresan haber cambiado sus hábitos debido al problema de la delincuencia, ya sea saliendo menos de noche, como colocando rejas o alarmas en sus viviendas. A ese dato, que se desprende de un trabajo del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, puede añadirse otro de la Sociedad de Estudios Laborales: el 71 por ciento de las personas declara sentirse "poco o nada seguro" económicamente.

Hay puntos donde la inseguridad pública y la economía familiar se cruzan. En los últimos años, por ejemplo, las fallas de las autoridades para controlar la delincuencia han provocado el auge de las empresas de seguridad privada y han impuesto un sobrecosto a la sociedad, medido en la necesidad de contratar seguros contra robo y servicios de vigilancia las 24 horas, o de proteger puertas y ventanas.

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Frente a esta situación, la clase política no ha acompañado el desarrollo de la cultura de la inseguridad en igual medida en que la opinión pública. La inseguridad de los políticos parece pasar mayormente por el temor a perder espacios de poder.

El ministro del Interior, Carlos Corach, acaba de afirmar que la inseguridad pública no es en la Argentina mayor que en otras partes del mundo. Pero otros datos empíricos corroboran la distancia entre la percepción general de la sociedad y el diagnóstico de la dirigencia política. De acuerdo con el citado estudio de Nueva Mayoría, cuando hace exactamente un año se le preguntó a la gente "¿cómo ve la seguridad dentro de dos años?", sólo el 18% respondió "mejor", mientras que el 40% contestó "peor"; cuando el mismo interrogante se le formuló a una muestra de políticos, el 48% pronosticó que iba a estar "mejor" y apenas el 26%, que estaría "peor".

La diferencia de percepciones genera también matices de tipo ideológico, que pueden ser leídos como una derechización de la sociedad, al menos en la Capital y en el Gran Buenos Aires. El 39% de la opinión pública consideró correcto que la policía tenga más atribuciones o poder para combatir la delincuencia; sólo el 23% de los políticos consultados juzgó esa alternativa como apropiada. De igual manera, el 36% de la opinión pública se manifestó de acuerdo con la aplicación de la pena de muerte, contra sólo el 10% de los políticos. El 50% de la ciudadanía también admite la justicia por mano propia en casos extremos.

Tal vez no haya que concluir que nos aproximamos a una situación de explosión social, cercana a un fascismo de hecho, pero sí a un mayor protagonismo de la ciudadanía en la búsqueda de soluciones a cuestiones que la clase política no le resuelve. El mejor ejemplo es el de vecinos de Belgrano R que, hace algo más de un año, hartos de los desórdenes que recurrentemente provocaba un grupo de jóvenes en una estación de servicio que los proveía de bebidas alcohólicas, optaron por boicotear ese negocio. Al poco tiempo de que los vecinos dejaron de cargar nafta en ese lugar y de comprar en su minimercado, el alcohol desapareció, la barrita no volvió y renació la tranquilidad. A falta de políticas de Estado, a veces, la solución radica en la propia ciudadanía

Explicación:

Contestado por CamiMotta
2

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es un conjunto de maneras de hacer y de pensar ampliamente compartidas por los actores de una organización en todo lo relativo al control de los principales riesgos de sus actividades.

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