para que controlan la fiebre de los gatos?
ayudaa D;
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La temperatura normal de un gato debe oscilar entre los 38 y 39.5 ºC, cuando se supera se considera que el felino tiene fiebre y, por tanto, su salud se está viendo perjudicada. Independientemente de la causa que la provoque, la fiebre siempre es signo de que el animal está sufriendo algún tipo de enfermedad o problema de salud, por lo que identificarla cuanto antes es fundamental para detectar el foco e iniciar el mejor tratamiento rápidamente.
Ten presente que las causas pueden ir desde problemas leves hasta enfermedades de carácter más grave que pueden, incluso, acabar con la vida de tu gato. Es por ello que saber reconocer los síntomas y llevar al felino al veterinario es de vital importancia. La temperatura normal de un gato debe oscilar entre los 38 y 39.5 ºC, cuando se supera se considera que el felino tiene fiebre y, por tanto, su salud se está viendo perjudicada. Independientemente de la causa que la provoque, la fiebre siempre es signo de que el animal está sufriendo algún tipo de enfermedad o problema de salud, por lo que identificarla cuanto antes es fundamental para detectar el foco e iniciar el mejor tratamiento rápidamente.
Explicación: El tratamiento para la fiebre en gatos va estrechamente ligado a la causa que la provoca. Si, por ejemplo, aparece como un efecto secundario al consumo de un determinado medicamento, deberás consultar con el veterinario qué hacer, pero jamás decidas por ti mismo interrumpir un tratamiento médico. Si la causa es una enfermedad de carácter grave, como moquillo, leucemia o cáncer, el especialista iniciará el mejor tratamiento para erradicar dicha patología. Para infecciones bacterianas o virales menores, el veterinario puede recetar antibiótico. Recuerda que no debes automedicar a tu gato, algunos medicamentos para el consumo humano son tóxicos para él y solo conseguirás empeorar su estado.
Por otro lado, y nuevamente dependiendo de la causa, es posible que el especialista decida hospitalizar al gato e iniciar un tratamiento de fluidoterapia. Este tipo de tratamientos se llevan a cabo para reponer los fluidos perdidos y combatir la deshidratación, algo muy usual en gatos enfermos.