Para que comparó los órganos de los individuos
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Podemos pensar a las organizaciones como sistemas vivientes existiendo en un ambiente mayor del cual
dependen para satisfacer sus múltiples necesidades.
En este sentido, podremos pensar que existen en el mundo diferentes especies de organizaciones que se
adaptan a diferentes tipos de ambientes.
Por ejemplo, las organizaciones burocráticas se adaptan mejor a entornos que son estables y que tienen algún
tipo de protección mientras que en entornos más competitivos y turbulentos encontramos otro tipo de
organizaciones, tales como las empresas high-tech de las industrias aerospaciales y electrónicas.
La metáfora orgánica (tomada de la biología) ha facilitado a los teóricos de la organización la posibilidad de
identificar y estudiar diferentes necesidades organizacionales con mayor atención -foco- en lo siguiente:
1)organizaciones como sistemas abiertos
2)el proceso de adaptación al ambiente por parte de las organizaciones
3)ciclos vitales de las organizaciones
4)factores que influyen en la salud y el desarrollo organizacional
5)diferentes especies de organizaciones
6)la relación entre las especies y su ecología.
Bajo el influjo de la metáfora mecánica, la teoría organizacional se encontraba atrapada en una forma de
ingeniería preocupada centralmente por las relaciones entre objetivos, estructuras y eficiencia. La idea de que
las organizaciones son más como organismos ha cambiado esto, guiando nuestra atención hacia las
cuestiones más generales de
1)supervivencia,
2)relación entre el medio y la organización
3)la eficacia organizativa.
La primera vez que la teoría de la organización recurrió a la biología para analizar el fenómeno organizacional
lo hizo bajo la sencilla idea de que los empleados son personas con necesidades complejas que han de ser
satisfechas si se espera que vivan una vida saludable y que su desempeño sea eficaz en el puesto de trabajo.
Hoy esta idea parece obvia: que personas motivadas se desempeñan de mejor manera. Pero a principios del
siglo XX la situación era totalmente distinta. En ese entonces, se consideraba que el trabajo era una necesidad
básica y por lo tanto ineludible. De allí que, quienes diseñaban organizaciones tomaran un punto de vista
técnico y mecánico frente al problema y la solución que encontraban para incentivar a las personas a mejorar
su performance se reducía a "pagar debidamente por el trabajo".
La tarea de la administración, desde el punto de vista o perspectiva de la máquina organizacional, consistía en
lo fundamental, en controlar y dirigir a los operarios en sus trabajos.