para observar con claridad las estructuras internas de las células en un microscopio óptico,deben utilizarse colorantes,mientras que en una célula vegetal algunas estructuras ya tienen color,¿Cuales creen que son dichas estructuras y por que?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando se quieren observar estructuras celulares que están por debajo del límite de resolución del microscopio óptico, como algunos orgánulos, membranas, estructuras citosólicas, complejos moleculares de la matriz extracelular o virus, se recurre al microscopio electrónico. Se inventó en la primera mitad del siglo XX, el primer prototipo de microscopio electrónico de transmisión fue construido por Ruska en 1933, y su aplicación a la histología desveló las estructuras celulares más pequeñas denominadas en su conjunto ultraestructura celular. Por tanto, observar ultraestructuralmente a la célula significa observarla con el microscopio electrónico. Este tipo de microscopio tiene un límite de resolución más pequeño que 1 nanómetro gracias a que no usa la radiación electromagnética de la luz visible sino la alta frecuencia de un haz de electrones que incide sobre la muestra, y permite aumentos de varios millones de veces en os microscopios electrónicos tradicionales. Los nuevos microscopios de transmisión son capaces de distinguir entre átomos y llegar a aumentos de 50 millones de veces. Actualmente, en las preparaciones histológicas, lo que limita la claridad de las imágenes es la preparación de las muestras más que la capacidad del propio microscopio. Actualmente los microscopios electrónicos son capaces de resolver estructuras moleculares y están siendo muy útiles para estudiar la conformación tridmiensional de la cadena de aminoácidos en las proteínas.
El microscopio electrónico no usa lentes sino imanes que concentran los haces de electrones emitidos por un filamento. Estos imanes electromagnéticos sirven para concentrar más o menos los haces de electrones. Los cambios de magnificación se consiguen aumentando la velocidad de los electrones, con lo que disminuye la frecuencia de éstos.
Normalmente son aparatos grandes puesto que el viaje de los electrones tiene que ocurrir en vacío, si no los electrones chocarían con las partículas de aire. Por eso, tienen grandes tubos dentro de los cuales se crea y manipula el haz de electrones y se colocan las muestran para su observación.
En histología se usan dos tipos de microscopios electrónicos: de transmisión y de barrido.
Microscopio electrónico de transmisión
En este tipo de microscopio electrónico se produce el haz de electrones en un filamento de tungsteno que funciona como cátodo (Figura 1). Los electrones se condensan mediante electroimanes y se focalizan sobre una sección de tejido. Las secciones de tejido deben ser muy finas, se denominan ultrafinas (de unas decenas de nanómetros), para permitir que sean atravesadas por los electrones y para conseguir imágenes nítidas. Previamente las secciones deben ser tratadas con metales pesados como el osmio, el plomo y el uranilo. La función de estos metales es similar a las tinciones usadas en el microscopio óptico, dar color a las estructuras celulares, pero sólo en tonalidades de grises. Estos metales se concentran fundamentalmente en membranas y en los complejos macromoleculares. Los electrones que chocan con estos metales rebotarán y no cruzarán el tejido. Aquellos que consigan atravesar el tejido chocarán contra una pantalla fluorescente que emitirá un destello luminoso tras cada choque. Esa imagen emitida por la pantalla fluorescente es la que podemos observar nosotros. Por ello las imágenes observadas con el microscopio electrónico son siempre en blanco y negro (Figura 2), aunque posteriormente se pueden colorear con un ordenador.
Explicación: