Para disminuir los efectos de las heladas, se recomienda hacer fogatas especialisadas en el perimetro de la chacra ¿como explicas eso?
Respuestas a la pregunta
n la región de Cuyo, los árboles frutales de carozo poseen su momento de mayor susceptibilidad a los daños por congelación en esta época del año. Las yemas florales, en sus distintos estados de desarrollo, son los órganos afectados.
A medida que la yema floral avanza en su estado de desarrollo, desde yema hinchada, pasando por flor abierta y llegando a fruto cuajado, disminuye su tolerancia a temperaturas bajo cero. Por lo tanto, la predisposición del monte frutal a la ocurrencia de daños por helada será mayor cuanto más avanzado esté en este sentido.
Para mejorar el balance térmico y enlentecer la bajada de temperatura durante las noches de helada, es importante considerar el manejo del suelo del monte frutal.
En las fincas donde se utilice cobertura vegetal entre las hileras de plantación, ya sea vegetación espontánea o sembrada, debe segarse y mantenerse baja. Si se maneja el suelo desnudo, conviene que esté compactado, es decir, no hacer labranzas que aumenten la aireación del suelo superficial.
El color oscuro y el contenido de agua del suelo regado ayudan a aumentar la absorción y el almacenamiento de energía solar durante el día, liberándose lentamente el calor durante la noche, lo cual es beneficioso.
Por lo tanto, si se dispone de agua de riego, previo a las noches pronosticadas de helada, conviene priorizar y regar aquellos cuadros de cultivo que posean las especies y cultivares más sensibles al frío primaveral.
Para el caso del duraznero, la flor abierta tolera alrededor de -2,8ºC, mientras que el fruto recién cuajado -1,8 ºC, variando según el cultivar.
Otro aspecto a considerar son las temperaturas previas a la ocurrencia de la helada.
El cambio abrupto de tiempo meteorológico, con temperaturas relativamente cálidas los días previos a la helada, favorece la desaclimatación de los órganos reproductivos, aumentando la susceptibilidad al daño. A su vez, las temperaturas cálidas a fines del invierno y comienzos de la primavera, provocan un avance del desarrollo de las yemas florales, con su ya mencionada disminución en la tolerancia a temperaturas bajo cero.
Por el contrario, temperaturas bajas durante los días previos a la ocurrencia de una helada, inducen la aclimatación de la planta mediante la acumulación de azúcares solubles en los tejidos, causando una disminución en el punto de congelación.
Estos azúcares solubles provienen de la degradación de almidón; por lo tanto, las plantas que se encuentren en buen estado, habiendo acumulado suficientes reservas posteriormente a la cosecha de los frutos en la temporada pasada, tienen mayor posibilidad de tolerar las heladas.
El nivel de reservas de almidón depende del manejo del cultivo en la post cosecha, por lo cual es importante atender las necesidades hídricas de las plantas hasta el final de la temporada de crecimiento anual.
Para nuevos montes frutales, es beneficioso planificar los materiales vegetales a plantar y la ubicación dentro de la finca. En heladas por radiación (las más comunes en Mendoza) el aire frío, al ser más denso, se mueve a favor de la pendiente. Por lo tanto los cuadros de cultivo más bajos pueden ser más fríos.
La correcta utilización de cortinas forestales permite drenar el aire frío, evitando su estancamiento y disminución de temperatura en el monte frutal. A su vez, un método indirecto de lucha contra las heladas es el aprovechamiento de la resistencia natural de las plantas, lo cual disminuye el riesgo de daño y los costos ambiental y económico del control activo. Aquellas cultivares de floración tardía y abundante, y con flores más tolerantes a temperaturas bajo cero, contribuyen a disminuir el riesgo de daño.
Desarrollo nacional
Elías Tahán, de Hojalatería Mendocina, asegura que tiene un sistema muy útil contra las heladas.
“El sistema funciona con aplicación del producto (caucho de cubierta trozado) dentro de un tanque de combustible que, al igual que el combustible líquido, se enciende de la misma manera con una alcuza de encendido. Su principal ventaja es de protección de frutales contra heladas tardías. El mismo no tiene derrame en caso de vuelco como el combustible líquido y es de mayores calorías, alimentado como el carbón residual de petróleo”, sostuvo el empresario Elías Tahan.
Agregó: “En cuanto al producto, su valor es $ 5 más impuestos el kilo. Con este sistema estamos liberando la suciedad que producen las cubiertas”.