Para apreciar equitativamente una ciudad como Buenos Aires hay que saber que en 1870 no tenía más que
175.000 habitantes, mientras que hoy tiene 1 millón 300.000. En el año indicado no existía el puerto. Para des-
embarcar, cuando se llegaba de Europa, había que bajar del buque a una pequeña canoa y luego saltar a tierra.
La plaza de Mayo y las calles inmediatas formaban el centro de la población. La [calle] Florida, que vemos hoy
con sus almacenes de lujo, su pavimento asfaltado y su Jockey Club, no era entonces sino una cloaca. Las calles
sin empedrar se convertían en los días de lluvia en verdaderos torrentes de cieno. [...] No había alcantarillado ni
distribución de agua. Se bebía la de las cisternas o aljibes, en vecindad con los vertederos. Por la noche, apenas
se alumbraban las calles. Se salía, pues, poco y haciéndose acompañar de un criado provisto de una linterna. [...]
Todas las casas, bajas, construidas con barro y ladrillos, no tenían más que una planta. Sin embargo, debían
tener su atractivo aquellas viejas casas, sus jardines sobre todo. Eran una sucesión de tres patios a la española. [...]
—Todo eso —me decía una dama de las más distinguidas de la sociedad actual— no estaba muy lujosamente
instalado. En casa de mi abuelo, uno de los porteños más ricos de entonces, solo el comedor y un dormitorio
tenían algunos muebles. Las otras habitaciones donde dormían mi madre y mis tías no tenían más muebles que
catres. No había chimeneas, bastaban los braseros para los días fríos. [...] Todos los días, a eso de las cuatro, se
tomaba el baño. Se desconocían naturalmente las instalaciones confortables de ahora [...]. Cuando pasaba el
vendedor de agua, las criadas, al ruido de su campanilla, corrían a comprar algunos cubos. [...]
No se viajaba, o casi nada. Una travesía era un acontecimiento antes del cual había que asistir a la “misa del
Buen Viaje” para encomendar el alma a Dios. [...] Y esa ciudad puramente colonial es la que se ha convertido, en
menos de cuarenta años, en una de las más grandes ciudades cosmopolitas del mundo.
Fuente: Jules Huret (1988), De Buenos Aires al Gran Chaco, volumen I, Buenos Aires: Hyspamérica, pp. 35-38.
2. Para pensar y comentar.
a) ¿Cómo dirían que era la ciudad de Buenos Aires hacia 1870 según el relato de Jules Huret?
b) ¿Qué cambios podrían notarse en la calle Florida alrededor de 1910?
c) Jules Huret dice que en 1870 no existía el puerto. ¿Les parece que mejorarlo sería una tarea
importante para la formación del país? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
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Respuesta:
no lo sé nadie entra
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a brainly como hago para conseguir puntos
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elviravallejos31:
mas feo que un mono la foto del gente niño
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