originalidad de la obra el grito,el nacimiento de Venus,la noche estrellada y la persistencia de la memoria
Respuestas a la pregunta
Análisis y significado de la pintura El grito
La pintura El grito
¿Qué representa la pintura El grito?
Desde el punto de vista iconográfico, El grito presenta a una figura andrógina en primer plano con un gesto de angustia que transmite gran expresividad y fuerza psicológica.
La escena donde se encuentra es un sendero con vallas que se aleja en perspectiva diagonal. En el fondo, se pueden apreciar dos figuras con sombrero que parecen ajenas a lo que ocurre con la figura principal.
En el cuadro El grito de Munch prevalecen los colores cálidos de fondo. En el cielo, fluido y arremolinado, predominan los tonos naranjas. El sendero y el paisaje, por su lado, parecen iluminados por una luz semioscura. Las formas se retuercen y los colores están dispuestos de una manera arbitraria.
Antes que trasponer la realidad, los colores buscan expresar un sentimiento de angustia y desesperación, más vivamente reflejada en la figura de primer plano, en la intensidad de su gesto de tribulación y espanto.
El tema del ritmo y la vibración es muy importante en este lienzo. Algunos sostienen que el mayor logro atribuido de la obra es la manera en que Muncho captó la dimensión del sonido mediante el ritmo visual.
De hecho, uno de los más viejos debates en torno a este cuadro es si la figura grita u oye un grito. Para algunos especialistas, el personaje del primer plano estaría reaccionando ante un grito y no emitiendo uno. Sería, por lo tanto, expresión de la perturbación que este alarido genera en el sujeto.
De cualquier modo, en esta pintura se ha solido reconocer la angustia existencial del hombre moderno en la transición del siglo XIX, de grandes avances tecnológicos, al siglo XX; su sentimiento de soledad y desaliento, su desesperación. Asimismo, se ha interpretado el cuadro como símbolo de la condición del artista como hombre profundamente atormentado. Otras interpretaciones sugieren que la obra representa el grito de la naturaleza, personificado en la figura del primer plano.
Historia del cuadro El grito
Aparentemente, la inspiración para este cuadro provino de una tarde en que Edvard Munch paseaba junto con dos amigos por un mirador de la colina Ekeberg, desde donde se podía apreciar el paisaje de Oslo. Escribe Munch en su diario en 1891:
Iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho (...) Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza.
El cuadro La desesperación (1892), previo a El grito, retrata precisamente ese momento. En él, aparece en primer plano un hombre con sombrero de copa de medio lado, en actitud contemplativa, en un escenario similar.
No satisfecho con los cuadros anteriores, Munch siguió pintando, en busca de la que sería su obra maestra. Probó entonces con una figura andrógina, que está de frente y se lleva las manos a la cabeza con una expresión de profunda angustia, que parece emitir (¿u oír?) un grito.
versiones del grito
De izquierda a derecha: 1) 1893, óleo y temple sobre cartón; 2) 1895, pastel sobre cartón; 3) 1910, temple sobre tabla; 4) 1893, crayón sobre cartón.
En los años sucesivos, Munch probaría nuevas variantes de este cuadro, y llega a pintar cuatro diferentes versiones. La pintura original sería expuesta en 1893 como parte de un conjunto de seis pinturas titulado Amor, que representaba las distintas fases de un idilio. El grito había sido concebido con la idea de colocarlo en la última etapa, la de la angustia y la desesperación.
Una de las versiones de El grito fue subastada en mayo de 2012 en la ciudad de Nueva York. El ganador de la subasta pagó un precio de 119,9 millones de dólares, lo que supone una de las cifras más altas pagadas por una obra artística a lo largo de la historia.
Robos
En los últimos años, dos de las versiones de obra El Grito han sido robadas. En febrero de 1994, fue robada la versión más famosa, que se encuentra en la Galería Nacional de Oslo. Sin embargo, ocho semanas más tarde fue recuperada.
En agosto de 2004, se produjo el robo de la versión de 1910 que se encontraba expuesta en el Museo Munch. Solo fue recuperada dos años después.
Sus obras se caracterizan por reflejar la angustia y desesperación del hombre moderno. En ellas son representados temas como la soledad, el erotismo, la angustia o la muerte.