origen y evolución del sistema agrario
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Una sociedad agraria, también denominada sociedad agrícola, se refiere a cualquier sociedad cuya economía se basa en producir y mantener cultivos y sus tierras. Otra manera de definir una sociedad agraria es viendo la cantidad total de producción en una nación. En una sociedad agraria cultivar la tierra es la fuente principal de riqueza. Tal sociedad puede reconocer otros medios de subsistencia y hábitos de trabajo pero hace hincapié en la importancia de la agricultura y la ganadería. Las sociedades agrarias han existido en varios lugares del mundo ya hace 10.000 años y continúa existiendo hoy. Han sido la forma más común de organización socioeconómica para la mayor parte de la historia humana registrada en el mundo.
Las sociedades agrarias fueron precedidas por cazadores y recolectores y por sociedades hortícolas y en transición en la sociedad industrial. La transición a la agricultura, llamada la Revolución Neolítica, ha tenido lugar independientemente varias veces. La horticultura y la agricultura como medios de subsistencia se desarrollaron entre los humanos en algún lugar hace alrededor de 10.000 y 8.000 años en el Creciente Fértil en el Medio Oriente.1 Las razones de desarrollar la agricultura están debatidas pero pueden haber incluido el cambio climático y la acumulación de exceso de comida para la entrega de regalos competitiva.2 Seguramente hubiera una transición gradual desde los cazadores-recolectores hasta la economía agrícola después de un largo periodo donde algunos cultivos se cultivaron deliberadamente y otros alimentos fueron recolectados por la naturaleza. Además de la emergencia de cultivar en el Creciente Fértil, la agricultura apareció en: por lo menos en el 6800 a. C. en el Este de Asia (arroz) y, después, en el Centro y Sudamérica (maíz y calabazín). La agricultura a pequeña escala probablemente surgió independientemente en los primeros contextos Neolíticos en India (arroz) y Sureste de Asia (taro).3 Sin embargo, la dependencia completa en los cultivos domésticos y animales, cuando los recursos naturales contribuían un componente nutricional insignificante para la dieta, no ocurrieron hasta la Edad de Bronce
La transición de las sociedades agrarias a las sociedades industriales cuando menos de la mitad de su población se dedica directamente a la agricultura. Tales sociedades empezaron a aparecer por la Revolución Comercial e Industrial la cual se puede ver empezando en las ciudades y estados mediterráneos de 1000-1500 D.C.7 Mientras las sociedades europeas se desarrollaban durante la Edad Media, el conocimiento clásico eran readquiridos por fuentes dispersadas, especialmente las arábigas, y una nueva serie de sociedades comerciales marítimas desarrolladas de nuevo en Europa. Los desarrollos iniciales estuvieron centrados en el Norte de Italia, en las ciudades-estados de Venecia, Florencia, Milán, y en Génova. Alrededor de 1500 algunas de esas ciudades-estados probablemente se encontraron con los requerimientos de tener la mitad de sus poblaciones relacionados con ocupaciones no relacionadas con la agricultura y se convirtieron en sociedades comerciales. Esos pequeños estados estaban muy urbanizados, importaban muchos alimentos, y eran centros de comercio y producción en un grado muy diferente a las sociedades agrarias típicas.
El mejoramiento de cultivos, mejor administración de los nutrientes de la tierra, y la mejora del control de malezas habían aumentado los rendimientos por unidad de superficie. Al mismo tiempo, el uso de la mecanización había disminuido la labor de obra. El mundo en desarrollo en general produce rendimientos más bajos, teniendo menos de la última ciencia, capital y base tecnológica. Más gente en el mundo se involucra en la agricultura como su primera actividad económica que en cualquier otro, sin embargo solo representa el 4% del PIB.10 El aumento rápido de la mecanización en el siglo xx, especialmente en forma del tractor, redujo la necesidad de los humanos para realizar tareas exigentes de la siembra, al cosecha y la trilla. Con la mecanización, estas tareas se podían realizar a una velocidad en una escala apenas imaginable antes. Estos avances han resultado en un aumento substancial en el rendimiento de las técnicas agrícolas que también se han trasladado a un descenso del porcentaje de población en países desarrollados que se requieren para trabajar en la agricultura para alimentar al resto de la población.