organizacion política construida por ciertos elementos 7 mo formación ética opción múltiple: a)patria b)territorio c)estado es para hoy
Respuestas a la pregunta
La ética en las organizaciones es un tema relativamente nuevo para las ciencias de la gestión, pues solo hasta finales de los años setenta y primeros de los ochenta se consolidó como especialidad. En 1981 se creó el Business and Profesional Ethics Journal, en 1982 el Journal of Business Ethics y en 1991 el Business Ethics Quaterly, revistas científicas reconocidas por su aporte al campo (Chan et al., 2016). En los Estados Unidos los estudios difundidos, en un primer momento, se ocupaban en mayor medida de una perspectiva legal. Empero, en Europa se asumía una tendencia hacia la confianza y la autorregulación de las organizaciones, lo que desencadenó la creación en 1987 de la European Business Ethics Network (EBEN), red académica que hasta la fecha conserva este enfoque.
Con una comunidad académica en desarrollo, la ética organizacional fue estableciendo líneas de investigación para fortalecer su corpus teórico. Desde inicio de los años 80 se identificó el vínculo entre ética organizacional y formación en ética como una fuente de ideas para mejorar la sensibilidad ética de los integrantes de la organización y fortalecer el ethos institucional (McWilliams y Nahavandi, 2006). Por ejemplo, en 1974, la Agencia Internacional de Acreditación de las Escuelas de Negocios - AACSB comenzó a exigir la inclusión de la ética en sus programas; en 1991, definió unos estándares para la formación en ética en las escuelas de negocios y en 2003 y 2013, ratificó la enseñanza de la ética organizacional como un elemento principal para emitir su acreditación (AACSB, 2013). En la actualidad las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad de dar a conocer a sus estudiantes los problemas éticos con que se enfrentarán en el mundo laboral y deben asegurarse que la enseñanza de la ética organizacional sea una parte integral del currículo de cualquier profesión. Sin embargo, aún es común encontrar universidades y facultades que no fomentan el desarrollo moral de sus estudiantes (Hummel et al., 2016).