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Un gran compromiso
En la gran tarea de construir una nueva sociedad ecuatoriana, la juventud tiene un compromiso muy especial con la democracia y la unidad nacional para construir el futuro. Ese compromiso va más allá de las palabras y tiene que concretarse con acciones visibles. Este es uno de los elementos centrales de la educación en nuestro país.
La democracia
El estudio de nuestro pasado nos demuestra que los pueblos buscan la democracia como uno de sus grandes objetivos. En las últimas décadas ha funcionado el régimen constitucional en el país. Las instituciones se han robustecido y se ha definido un sistema político con tolerancia y con derechos personales y colectivos que cubren, al menos en su enunciado, a toda la comunidad.
En la sociedad, en general, se han desarrollado tendencias democráticas y participativas. El sistema político, a diferencia de lo ocurrido en décadas pasadas, ha logrado mantener su estabilidad, lo cual ha permitido llevar a cabo una gestión más sostenida y productiva, especialmente en sectores importantes como los de educación, salud, infraestructura vial, entre otros.
La juventud tiene la oportunidad de aportar a la construcción de la nueva sociedad
Unidad nacional
Nuestra historia nos enseña que el Ecuador es un país de grandes diversidades. Su geografía tiene grandes contrastes en un pequeño territorio, sus gentes son diversas, sus regiones y creencias también.
Hay una antigua y variada población indígena, la mayoría de los habitantes son mestizos, los negros y mulatos son una porción importante del país. Aquí hay también descendientes de migrantes antiguos y nuevos que forman parte de nuestro Ecuador.
Durante toda la historia, el hecho de que existan regiones ha sido determinante en la vida del Ecuador. Somos diversos y nos comportamos de diversa manera. También tenemos creencias distintas que debemos respetar. A todas las diversidades corresponden derechos que se deben promover, pero el Ecuador es un solo país y nuestro compromiso es desarrollarlo como una sola patria.
Es preciso, para ello, tomar en serio la interculturalidad, es decir, la capacidad de respetarnos entre indios, mestizos, cholos, montuvios, negros, mulatos, costeños, serranos, galapagueños o amazónicos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, para construir una patria de todos.
Muchos de quienes visitan nuestro país se llevan una visión ambivalente. Aprecian la belleza y diversidad de sus paisajes, la hospitalidad de la gente, la calidad de las artesanías, la variedad de la comida. Al mismo tiempo, critican el descuido en que a veces se mantienen los monumentos y la creciente inseguridad pública. Pero los que nos ven desde fuera siempre encuentran rasgos y valores comunes de los que participamos todos los ecuatorianos. Hay un sentido de unidad entre nosotros que no lo percibimos en el día a día.
Historia y futuro
Luego de estudiar nuestro pasado, con sus grandes y pequeños hechos, con sus triunfos y derrotas, con sus esperanzas y frustraciones, debemos
emprender el gran cambio que necesitamos para el futuro.
Ese debe ser nuestro compromiso. Dentro de las nuevas realidades nacionales, del mundo y del continente, se irá forjando una renovada identidad ecuatoriana que emergerá de las raíces del pasado y de los desafíos del futuro. Esto debemos aprender de nuestra historia patria.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La democracia
El estudio de nuestro pasado nos demuestra que los pueblos buscan la democracia como uno de sus grandes objetivos. En las últimas décadas ha funcionado el régimen constitucional en el país. Las instituciones se han robustecido y se ha definido un sistema político con tolerancia y con derechos personales y colectivos que cubren, al menos en su enunciado, a toda la comunidad.
En la sociedad, en general, se han desarrollado tendencias democráticas y participativas. El sistema político, a diferencia de lo ocurrido en décadas pasadas, ha logrado mantener su estabilidad, lo cual ha permitido llevar a cabo una gestión más sostenida y productiva, especialmente en sectores importantes como los de educación, salud, infraestructura vial, entre otros.
La juventud tiene la oportunidad de aportar a la construcción de la nueva sociedad.