oraciones con la palabra
fascinante
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Todo el mundo lo considera fascinante.
Abandonar el cuerpo es una idea fascinante.
La madre de la niña era una mujer fascinante.
La perspectiva no podía ser más fascinante.
Esta cosa entera fue extraña, pero fascinante.
Andrew tiene un rostro fascinante, muy delicado.
Esta nueva experiencia es demasiado fascinante.
Explicación:
Espero que te sirva :p
Pero este retorno a lo no analizado era tan fascinante que, al salir de tal paraíso, el contacto de los seres más o menos inteligentes me parecía de una insignificancia extraordinaria.
Las anotaciones del Diario del señor McCann son un fascinante modelo de falsificación, y es indudable que Charles Boone los escribió él mismo para reforzar sus propios delirios paranoides.
Es fascinante lo obvio que resulta en los embriones humanos, cuyos arcos faríngeos derivan claramente de las agallas ancestrales, como se puede ver al observar detalladamente la anatomía.
Los modos encantadores de Rufino de Elizalde y la algarabía y excentricismo de Sarmiento convirtieron la parte final de almuerzo en una experiencia fascinante para Pura y gratificante para Laura.
Pero todavía conservo la colección de cartas que me escribía su madre orgullosa para ponerme al tanto de cada fascinante etapa, y cuando las leo ahora casi me parece que estuve allí para verlo.
La teoría del juego y el Dilema del Prisionero no se inventaron en aquellas fechas pero, mirando hacia atrás, podemos ver perfectamente lo que sucedía y Axelrod nos proporciona un análisis fascinante.
Establecía las normas para las distribuciones de las edades en un planeta; encontró una información fascinante, especialmente las variantes que dependían del empleo local, clima y bienestar relativo.
Te digo, Jock, que no había pensado mucho sobre lo que constituye exactamente la conciencia hasta que comenzó todo este asunto de los mundos alternativos, pero es un campo de investigación fascinante.
Era fascinante observar tan de cerca a un lobo, y Jondalar se sorprendía de que Lobo fuera tan cordial y afectuoso; pero había que dedicarle tiempo y atención, y, por otra parte, consumía provisiones.
Galen parecía encontrar muy nuevo y fascinante aquel amancebamiento, pero Dannelle vigilaba con creciente irritación cómo se encendían y apagaban las luces en diversas habitaciones del otro lado del patio.
Pero no era tan fascinante, y el triste resplandor de la luz de la luna en el agua no producía la misma sensación exquisita de placer que la del sol en el acero pulido de un peto sobre la rodilla de Hawberk.