oracion unimembre para enjambre de abejas se intalo en pleno centro
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Respuesta:
¡Menudo susto nos pegamos ayer! Estábamos en el porche y de pronto se oyó un zumbido tremendo y una nube de bichos volando se nos echó casi encima y se acabaron metiendo en un hueco que había en el alero. Nos entró un pánico tremendo y nos metimos en casa sin saber muy bien qué hacer.
Estas anécdotas ocurren durante la primavera en muchas casas de campo, las situadas en el borde la ciudad o incluso en el centro urbano. Describen la llegada de un enjambre de abejas domésticas, Apis mellifera.
Una sucesión regia
El enjambre constituye la forma natural de reproducción de la colmena. Conforme avanza la primavera, la entrada creciente de néctar y polen merced al trabajo incesante de las exploradoras es el estímulo para que la reina ponga un número igualmente creciente de huevos, hasta 1 500 o más cada día.
El resultado de esta actividad frenética es una explosión demográfica que puede superar los 60 000 individuos. Empieza entonces a faltar el espacio en la colmena. A este problema se añade otro estrechamente relacionado: el control basado en feromonas que ejerce la reina para que solo ella pueda depositar huevos se debilita al aumentar la densidad de individuos.
Estos factores, y otros como la edad de la reina, son el incentivo para que algunas obreras comiencen el proceso reproductivo. Para ello toman huevos recién puestos por la reina, los sacan de la celdilla ordinaria y los depositan en celdas mucho más grandes, la “realeras”, donde la alimentación exclusiva con jalea real dará lugar a numerosas reinas vírgenes.
Cuando aún se están desarrollando como larvas, estas reinas jóvenes ya emiten feromonas peculiares. Estas sustancias y otros factores de la colmena acaban “convenciendo” a la reina de que sus días de monarca única están contados. Es la hora de enjambrar.
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