opiniones personales lo mas argumentados posible los dos mandatos menemista
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La emergencia de ciertos cambios en el sistema internacional, de las últimas décadas, originó una nueva configuración mundial caracterizada por la globalización de los mercados comercial y financiero, la crisis de las identidades corporativas y los cambios tecnológicos y jurídicos, provocando que el Estado-nación, basado en la soberanía de instituciones políticas sobre un territorio y en la ciudadanía definida por esas instituciones, fuera considerado cada vez más como una institución obsoleta (Castells, 1999). El correlato en materia política de este proceso fue el fin de los socialismos reales y la expansión de una cosmovisión imbuida en el credo neoliberal y la economía de mercado.
Así se originó una crisis de los grandes relatos emancipadores de la Modernidad, un cataclismo de las utopías totalizantes y una pérdida de sentido de las grandes temáticas de gravitación ideológica que habían constituido durante años los parámetros a los cuales recurrir para interpretar la realidad (Muñoz, 2003: 139). Por consiguiente, se fue conformando un escenario afectado por la denominada crisis de los mapas ideológicos (Lechner, 1994), con la cual se expandió la concepción de la política entendida como actividad confinada a funcionarios racionales, libres de pasiones e ideologías (Novaro, 2000: 267), capacitados para encargarse de la administración reproductiva de un sistema político auto-subsistente, especializado en la obtención y dirección del poder político (Pucciarelli, 2002).
Todo este complejo y multiforme proceso tuvo un impacto diferente en los países periféricos que en sus pares centrales, profundizando así la asimetría centro-periferia, y acrecentando las vulnerabilidades propias de los primeros. Los Estados en Latinoamérica estuvieron más constreñidos que sus congéneres europeos, en tanto que su capacidad en la toma de decisiones y su soberanía se vieron sometidas a presiones externas e internas. Desde afuera operaron los procesos de trasnacionalización de las economías locales. Desde adentro, la variación en lo económico, la desintegración de la esfera social, la pérdida de consistencia política y la pulverización de los Estados nacionales. Esta incapacidad de adecuarse a los requerimientos externos e internos, condujo a una situación de erosión de su autoridad y a la consiguiente pérdida de capacidad de integración social y de cimentación de solidaridades colectivas