ok, a cavo de tener un lag mental y necesito que alguien ma la responda esto.
según la biblia, Jesús no nació siendo un rey, sino que nació siendo una person común y corriente, pero en un texto se nos menciona.
"dichosos los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" Mateo 5
y aquí es donde viene mi pregunta, si Jesús dijo que el reino de los cielos sería de los pobres en espíritu, para vivir hay que morir, para ser el más grande debes ser el que sirve, entonces.
¿eso quiere decir que el cielo en realidad se encuentra donde se supone debería estar el infierno, y el infierno donde se supone debería estar el cielo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:1. El infierno es cónico
Según las descripciones de Dante, el infierno está compuesto por nueve círculos concéntricos, que se van achicando y enterrando más profundamente en dirección al centro de la Tierra. La condena en cada uno de ellos dependenderá de los pecados que se hayan cometido, con círculos dedicados a los glotones, los herejes, los estafadores.
El punto céntrico de la superficie del cono es Jerusalén. El río Aqueronte recorre el infierno y lo separa del mundo exterior. Fuera de allí, pero aún dentro del paisaje, están las personas que nunca hicieron nada bueno ni malo en su vida. Se les castiga por su neutralidad y están destinados a correr por la eternidad, mientras son perseguidos por avispas y gusanos que se beben su sangre.
Explicación: Un día leí las siguientes palabras de Jesucristo: “Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3). Me puse a reflexionar: Al Señor le gustan los pobres de espíritu, y aquellos que no son pobres de espíritu no pueden entrar en el reino de los cielos. Pero entonces, ¿qué tipo de personas son los pobres de espíritu?
Resulta que ese día era día de reunión, de modo que saqué el tema e intercambié ideas con mis hermanos y hermanas.
La hermana Yang dijo: “Yo creo que con los pobres de espíritu, de los que habla Jesucristo, se refiere a aquellos que puedan tener un carácter arrogante, pero que, sin embargo, no se aferran a sus propias nociones ni ideas, y que son capaces buscar la verdad, prestando atención a la voz de Dios, y aceptan y obedecen la palabra de Dios. Como está registrado en la Biblia, ‘Felipe halló á Natanael, y dícele: Hemos hallado á aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: á Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi. Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel’ (Juan 1:45-49).