Observaciónes al texto :Y fue así que andaba una noche un ladrón sobre una casa de un hombre rico, y hacía luna, y andaban algunos compañeros con él. Y en aquesta casa había una ventana por donde entraba la luz de la luna al hombre bueno. Y despertó el dueño de la casa, y sintiólos, y pensó que a tal hora no andarían por sus tejados sino ladrones. Y despertó a su mujer y díjole: «Habla quedo, que yo he sentido ladrones que andan encima de nuestro tejado; y dime cuando los sintieres cerca de aquí: —¡Ay marido! ¿No me dirás de que allegaste tantas riquezas como tenemos?—Y cuando yo no te quisiere responder, sígueme preguntando hasta que te lo diga.» E hízolo así como le mandó el marido, y oyó el ladrón lo que ella dijo. Y entonces respondió el hombre a su mujer: «Tú, ¿por qué lo preguntas? Ya que la ventura te trajo gran riqueza, come, bebe y alégrate, y no me preguntes tal cosa, porque si yo te lo dijere, no estoy seguro de que no lo oiga alguno, y podría acaecer cosa por ello que nos pesara a mí y a ti.» Y dijo la mujer: «Por la fe que me debes que me lo digas, que no oirá ninguno lo que dijéremos a tal hora.» Dijo el marido: «Yo te lo diré, pues que tanto lo quieres saber. Sepas que yo no junté todas estas riquezas, salvo de ladronía.» Y dijo la mujer: «¿Como puede eso ser, si las gentes te tenían por hombre bueno?»
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Y fue así que andaba una noche un ladrón sobre una casa de un hombre rico, y hacía luna, y andaban algunos compañeros con él. Y en aquesta casa había una ventana por donde entraba la luz de la luna al hombre bueno. Y despertó el dueño de la casa, y sintiólos, y pensó que a tal hora no andarían por sus tejados sino ladrones. Y despertó a su mujer y díjole: «Habla quedo, que yo he sentido ladrones que andan encima de nuestro tejado; y dime cuando los sintieres cerca de aquí: —¡Ay marido! ¿No me dirás de que allegaste tantas riquezas como tenemos?—Y cuando yo no te quisiere responder, sígueme preguntando hasta que te lo diga.» E hízolo así como le mandó el marido, y oyó el ladrón lo que ella dijo. Y entonces respondió el hombre a su mujer: «Tú, ¿por qué lo preguntas? Ya que la ventura te trajo gran riqueza, come, bebe y alégrate, y no me preguntes tal cosa, porque si yo te lo dijere, no estoy seguro de que no lo oiga alguno, y podría acaecer cosa por ello que nos pesara a mí y a ti.» Y dijo la mujer: «Por la fe que me debes que me lo digas, que no oirá ninguno lo que dijéremos a tal hora.» Dijo el marido: «Yo te lo diré, pues que tanto lo quieres saber. Sepas que yo no junté todas estas riquezas, salvo de ladronía.» Y dijo la mujer: «¿Como puede eso ser, si las gentes te tenían por hombre bueno?»
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Observaciónes al texto :Y fue así que andaba una noche un ladrón sobre una casa de un hombre rico, y hacía luna, y andaban algunos compañeros con él. Y en aquesta casa había una ventana por donde entraba la luz de la luna al hombre bueno. Y despertó el dueño de la casa, y sintiólos, y pensó que a tal hora no andarían por sus tejados sino ladrones. Y despertó a su mujer y díjole: «Habla quedo, que yo he sentido ladrones que andan encima de nuestro tejado; y dime cuando los sintieres cerca de aquí: —¡Ay marido! ¿No me dirás de que allegaste tantas riquezas como tenemos?—Y cuando yo no te quisiere responder, sígueme preguntando hasta que te lo diga.» E hízolo así como le mandó el marido, y oyó el ladrón lo que ella dijo. Y entonces respondió el hombre a su mujer: «Tú, ¿por qué lo preguntas? Ya que la ventura te trajo gran riqueza, come, bebe y alégrate, y no me preguntes tal cosa, porque si yo te lo dijere, no estoy seguro de que no lo oiga alguno, y podría acaecer cosa por ello que nos pesara a mí y a ti.» Y dijo la mujer: «Por la fe que me debes que me lo digas, que no oirá ninguno lo que dijéremos a tal hora.» Dijo el marido: «Yo te lo diré, pues que tanto lo quieres saber. Sepas que yo no junté todas estas riquezas, salvo de ladronía.» Y dijo la mujer: «¿Como puede eso ser, si las gentes te tenían por hombre buen
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