Castellano, pregunta formulada por vita33, hace 1 año

oaraciones con la pala b ra adviente

Respuestas a la pregunta

Contestado por isa1826
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Jesús, este año, ayúdame a tener tal deseo. Ayúdame a sentir este deseo en mi corazón. Ayúdame a estar despierto, hambriento y sediento en mi alma. En el fondo de mí, yo sé que hay algo que está ausente y que no puedo alcanzarlo completamente. No puedo obtener aquello que me falta.

Yo sé que todo esto tiene que ver contigo, Jesús. Tú no estás ausente de mi vida, pero es posible que yo esté ausente de los lugares en los que tú estás presente.

Quédate conmigo, mi querido amigo. Guíame en estas semanas hacia lo que tú quieres mostrarme en este Adviento. Ayúdame a ser suficientemente vulnerable para permitir que me conduzcas al lugar de mi propia debilidad, el exacto lugar donde te encontraré profundamente asegurado a mi corazón, amándome sin límites.

 

Mirando la salida del sol en las mañanas de adviento.
¡Gracias! Qué regalo tuyo esta mañana cuando miré el sol brillante a través del nublado cielo de invierno. Es difícil levantarse en estas mañanas grises Señor, y tu regalo es una señal que yo he perdido en otros tiempos del año, cuando el clima es más cálido y el sol se levanta antes de que me despierte.

Miré a través de la ventana la luz roja y púrpura gloriosamente enmarcada por el dorado sol en su levante. “Estén, pues, quietos, y sepan que yo soy Dios” es lo único que vino a mi mente. Miré en silencio, lleno del sentido de tu presencia en mi vida.

Estoy rebosante de gratitud este día por este hermoso tesoro que lo siento y veo como un regalo que viene de ti. ¡Gracias por tu amor! Ahora, déjame se portador(a) del sentido de cuánto tú me amas al haberme dado tan preciado regalo. Haz que en este día la conciencia de tu amor haga que cambie la manera en que trato a los demás. Déjame ser más equilibrado(a) frente a las molestias del día. Ayúdame para que mis correteos y preparaciones festivas se den en paz y con un sentido de tu amanecer en mi corazón. Tu gloria llena mi espíritu y deseo simplemente darte gracias con mi vida en este día.

 

Oración sobre las cosas que tengo pendientes.
Estoy aquí con mi lista Señor, y necesito ayuda para encontrar equilibrio. Estoy esperando ansioso(a) el Día de Navidad con mi familia, la compañía, la gran celebración. Pero Señor, ¡hay tanto que hacer! ¿Cuándo acabaré? ¿Cómo mantendré una semblanza de paz interior en esta “pacífica” estación?

Pienso Señor, que necesito balance en mi vida. Me siento tan indeciso(a) entre querer cocinar y llenar mi casa con maravillosos olores de bienvenida y querer acabar de decorar la casa. Tengo que hacer compras, tengo que asear la casa y tengo cartas por escribir y enviar.

 

¿Cuándo? ¿Cómo?
Ayúdame, guíame Señor. Ayúdame a establecer prioridades para hacer aquellas cosas que me llevarán más cerca de ti. Quizás mi casa está ya lo suficientemente limpia, o talvez puedo pedir ayuda a mi familia. ¿Pueden las cartas esperar hasta la tranquila tarde después de Navidad? ¿Puede ser la decoración de mi casa sencilla? ¿Hay algo más que un pequeño ego cuando quiero tan desesperadamente tener mi casa “como un espejo” para estas fiestas?

Ayúdame a descubrir la alegría de la simplicidad, Señor. Ayúdame a recordar lo que estoy celebrando. Ayúdame a encontrarte en mi corazón para llamarte, “Ven Señor Jesús”.

 

En la cocina durante Adviento.
Qué gran alegría esto trae a mí, Señor. Gracias por guiarme en la cocina en silencio contigo. El lugar se llena con maravillosos olores y comparto sabores que los hago probar a mi familia ya que ellos hacen viajes extra a la cocina por estos días. Gracias por cada una de estas personas especiales en mi familia. Ellos son como los ingredientes de mi propia vida que ponen condimento, calor, sabor y todo esto en un único plato hecho para glorificarte.

Tú sabes, Señor, la cocina es un poco como mi vida. Es desordenada, yo soy descuidado(a) y algunas veces las cosas no salen como las había planeado. Este desorden de mi vida te lo entrego. Ayúdame cuando tengo que hacer frente a mi imperfección. Bendíceme con humildad cuando me enfrento a mi propia pobreza. Déjame sentir cuán profundamente tú me amas, incluso cuando lo que tengo que ofrecerte es quemado y sencillo.


 


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