notas periodisticas juan bautista bustos)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Como a todos los hombres de valor a quien el destino le asignó vivir aquellos años tormentosos de la revolución y las guerras civiles, Juan Bautista Bustos asumió las responsabilidades de su tiempo según sus certezas y atendiendo a las oportunidades que brindaban las circunstancias. Juan Bautista Bustos fue una expresión clásica de aquellas virtudes y ambiciones. Con sus singularidades, algo parecido podría decirse de López, Quiroga, Ibarra, Heredia y la gran mayoría de los guerreros de la Independencia que luego se enredaron en las guerras civiles y, en más de un caso, se transformaron en caudillos. Insisto, Bustos fue un exponente típico de ese derrotero.
No logró conquistar la centralidad política de López, careció de las dotes de estratega militar de Paz, no dispuso del carisma de Facundo, el destino no le brindó la oportunidad de un final trágico como el de Ramírez, careció de los atributos políticos e ideológicos de Artigas, no fue un guerrero a tiempo completo como Lamadrid. Sin embargo, fue un protagonista de su tiempo, desempeñó responsabilidades militares y políticas importantes y la historia de Córdoba de las primeras décadas de la revolución no se puede escribir ignorando su nombre y algunas de sus iniciativas políticas y culturales. Juan Bautista Bustos nació en Santa María de Punilla el 29 de agosto de 1779. Sus padres fueron Pedro León Bustos y Tomasa Puebla y Vélez.
La historia grande lo registra llegando a Buenos Aires con el regimiento que la ciudad de Córdoba organizó para enfrentar a losa ingleses. Bustos estuvo bajo las órdenes de Manuel Belgrano, José Rondeau y Fernández de la Cruz. Después de Sipe Sipe, el Ejército del Norte instaló su base militar en Córdoba y se transformó en uno de los garantes militares del gobierno del Directorio en el interior. Durante esos años y hasta la crisis del veinte, Bustos obedecerá las órdenes de Buenos Aires y guerreará contra los caudillos del litoral.
Declarada la guerra al litoral, Bustos se enfrentará con el brigadier Estanislao López en la batalla de Fraile Muerto y será vencido. Unos meses después, con el apoyo de los escuadrones de Paz y Lamadrid, librará otra batalla en La Herradura donde logrará poner límites al empuje de las montoneras de López. Esa hora a Bustos se le presentó en la crisis de 1820, cuando el Directorio obligó al Ejército del Norte a trasladarse a la provincia de Buenos Aires, a Pergamino para ser más precisos, para unirse a las tropas de Rondeau y enfrentar a las montoneras de Artigas, López y Ramírez. El 7 de enero de 1820, en la Posta de Arequito, en las proximidades del río Carcarañá, Bustos, Paz, Ibarra y Heredia, es decir, los principales oficiales del estado mayor del ejército del Norte, se rebelaron contra el mandato de Buenos Aires.
En todos los casos, para Buenos Aires lo sucedido fue una traición sin atenuantes, no muy diferente de la promovida por San Martín en Chile. El general Fernández de la Cruz se rindió porque sabía que ante la amenaza simultánea de sus oficiales y las montoneras de López no tenía alternativa. En sus Memorias, Paz insiste en que él por lo menos estuvo motivado por sentimientos nobles y patrióticos, pero que no ocurrió lo mismo con Bustos, quien a partir de ese momento inició su carrera política como gobernador de Córdoba, el primer gobernador de la provincia después de 1810. Habría que decir por último que aquello que Paz le imputa a Bustos se podría hacer extensivo a Ibarra y Heredia, posteriores hombres fuertes de Santiago del Estero y Tucumán.
En ese sentido, el destino de Bustos, en lo fundamental, no fue diferente al de la mayoría de los oficiales de las guerras de la Independencia. La gestión política de Bustos en Córdoba fue ponderada por sus logros en materia educativa. Por otra parte, Bustos estuvo preocupado durante la crisis del veinte por instalar a su provincia como la principal interlocutora de Buenos Aires y la destinataria privilegiada de un nuevo orden político institucional que tuviera a Córdoba como principal protagonista. Como la mayoría de los caudillos del litoral, Bustos fue opositor a los ensayos institucionales de Rivadavia y solidario con Dorrego, a quien respaldó en toda la línea, incluida la militar.
Bustos y el resto de sus hombres se sumaron a las tropas de Quiroga y lo acompañaron en su derrota de La Tablada. Definitivamente derrotado y maltrecho físicamente, huyó a Santa Fe donde el brigadier Estanislao López, su enemigo de tantas batallas, le brindó hospitalidad. Ciento ochenta años más tarde, el gobierno de Córdoba realiza gestiones para que sus restos sean trasladados a la provincia que lo reivindica como su primer gobernador.
Explicación:ESPERO QUE TE SIRVA