Historia, pregunta formulada por yoniamarilla81, hace 18 horas

Nota de 30 de agosto de 1862 paraguay

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Contestado por DRIFTGT
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Respuesta:LA PROTESTA PARAGUAYA DEL 30 DE AGOSTO DE 1864 CONTRA LA INMINENTE OCUPACIÓN BRASILEÑA DEL URUGUAY.

El 30 de agosto de 1864, el Ministro de Relaciones Exteriores de la República del Paraguay, Don José Berges, envió una nota al Ministro Plenipotenciario del Imperio del Brasil en Asunción, Cesar Sauvan Vianna de Lima (futuro Barón del Jaurú), en la cual se manifestó categóricamente que el Paraguay no consentiría que en ejecución del ultimátum brasileño del 4 de agosto las fuerzas brasileñas, navales o terrestres, ocupasen parte del territorio del Estado Oriental del Uruguay, ni temporaria ni permanentemente.

Sin lugar a dudas, la chispa que desencadenó la Guerra de la Triple Alianza saltó en el Uruguay. Allí los bandos contrarios de Argentina y la Banda Oriental se enfrentaban para dirimir sus diferencias políticas: unitarios y colorados contra federales y blancos. El General Venancio Flores, colorado, había combatido a favor de Mitre en Cepeda y le había llegado la hora de pedir retribución de favores. Flores ansiaba dar un escarmiento a los blancos, autores de la masacre de Quinteros y se proponía, por supuesto, desplazarlos y apropiarse del poder.

En la frontera de Río Grande con Uruguay comenzaron los choques entre partidarios de Flores y las fuerzas del gobierno de Montevideo. Entraron en juego los altos intereses económicos de los estancieros riograndenses, que estimularon a la opinión pública de Río de Janeiro a tomar medidas enérgicas para salvaguarda de sus vidas y bienes. La respuesta imperial no se hizo esperar, y para cumplir la misión de reclamaciones se designó al Consejero José Antonio Saraiva, con severas demandas que debería presentar al convulsionado gobierno montevideano.

Vázquez Sagastume, Ministro uruguayo en Asunción, solicitó al Paraguay su mediación y López aceptó la responsabilidad. Mientras tanto se había reunido una junta de tres miembros, el inglés Thorton, el canciller argentino Elizalde y el propio Saraiva para tratar el término de los desacuerdos blanco-colorado. Cuando llegó a Río de Janeiro el enviado especial de López para ofrecer la mediación, el Imperio la rechazó alegando que era innecesaria. Es de suponer la indignación del presidente López con esta afrenta a su prestigio personal. ¿Fue en esta reunión tripartita, realizada en Puntas de Rosario, o fue en San José de Flores, cuando se sentaron las bases para una alianza contra el Paraguay? Más de un analista cree que el nefasto Tratado de la Triple Alianza ya se hallaba en los portafolios de los cancilleres del Plata, mucho antes de la ruptura de hostilidades.

El 4 de agosto de 1864, a través de lo que se conoce como “el ultimátum brasileño del 4 de agosto”, el consejero Saraiva intimó al gobierno de Montevideo, otorgándoel un plazo de seis días para responder a sus reclamos. Exigía la reparación de los supuestos daños infligidos a sus paisanos la entrega de los responsables. La escuadra al mando del almirante Tamandaré y el ejército del Imperio dirigido por el general José Simplicio Mena Barreto, eran sus mejores argumentos de persuasión. En vista de que los blancos no dieron respuesta favorable, las tropas brasileñas entraron a tomar parte abiertamente en la guerra civil, apoyando a Flores.

El barco correo "Jejuí" llego del Plata a Asunción con la noticia de las hostilidades en el Uruguay. La respuesta paraguaya no se hizo esperar, y el 30 de agosto, Berges entregaba una nota en la que se condena el ultimátum brasileño. Esta nota se conoce como “ultimátum paraguayo o protesta del 30 de agosto de 1864” en la que nuestro país afirmaba que:

"el Gobierno de la República del Paraguay considerará cualquier ocupación del territorio oriental por fuerzas imperiales... como atentatorio al equilibrio de los Estados del Plata, que interesa a la República del Paraguay, como garantía de su seguridad, paz y prosperidad, y protesta de la manera más solemne contra el acto, descargándose desde luego, de toda la responsabilidad de las ulterioridades de la presente declaración"

Según Efraim Cardozo, López consideró que su dignidad y la del Paraguay quedarían gravemente lesionadas si no se reconocía al nuestro país el derecho de actuar en alto nivel en la política del Río de la Plata. El presidente paraguayo temía que la ruptura de ese equilibrio pusiese en peligro la propia independencia del Paraguay. El papel que quería jugar López en el Plata fue tomado hasta en forma de burla por periódicos porteños y cariocas, los cuales ante su doctrina de equilibrio de los Estados del Plata lo llamaban peyorativamente de “El Equilibrista”.

Sin lugar a dudas, el desprecio brasileño a esta protesta diplomática fue uno de los detonantes más inmediatos de la Guerra de la Triple Alianza.

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