Nos habrá ocurrido que, cuando vamos al mercado a comprar productos que requerimos para cuidar la salud, como mascarillas, alcohol, etc., de repente nos ofrecen otros productos que muchas veces no necesitamos, pero que, por ser curiosos o bonitos, terminamos comprando y, al llegar a casa, no les damos uso. ¿Por qué ocurre eso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Se le llama compra por impulso. Y esto ocurre cuando un producto capta nuestra atención (ya sea por su forma, su color o la destreza y habilidad de convencimiento del vendedor) y llega directamente a la parte del cerebro que controla las emociones y las emociones son más rápidas que los pensamientos racionales, por ende, seguimos la emoción del estímulo que nos generó ver el producto, sin pensar en si lo necesitamos o no.
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Se le llama compra por impulso. Y esto ocurre cuando un producto capta nuestra atención (ya sea por su forma, su color o la destreza y habilidad de convencimiento del vendedor) y llega directamente a la parte del cerebro que controla las emociones y las emociones son más rápidas que los pensamientos racionales, por ende, seguimos la emoción del estímulo que nos generó ver el producto, sin pensar en si lo necesitamos o no.
Explicación: