normas que contribuyen a tomar decisiones respecto a un emprendimiento
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Aquí tienes algunas de las “reglas de oro” que te ayudarán a conseguir el éxito en tu proyecto empresarial:
1. Elige una buena idea de negocio
· Que cubra una necesidad. Cuando se quiere montar un negocio, en ocasiones lo más complicado es elegir la idea. No es tan fácil como parece, ya que lo primero es reconocer una necesidad existente que puedas cubrir mucho mejor que los competidores existentes. Como afirma Pablo Fernández, CEO y co-fundador de Clicars, “la mejor forma de ser millonario es resolver el problema de un millón de usuarios”. Sin embargo, hay muchos emprendedores que se centran en el producto, pero poco en el cliente. Tienes que escuchar mucho al cliente, saber cuál es su necesidad y luego desarrollar un producto que irá evolucionando, porque la flexibilidad y agilidad son claves en la primera fase de emprender, afirma Fernández.
· Que aporte valor añadido. Mucho cuidado con dejarte llevar por las emociones y piensa si lo que planteas resulta rentable o, al menos, viable. Ante todo, busca una idea innovadora y competitiva, algo que se distinga y que ofrezca algo diferente a lo que ya hay, que aporte un valor añadido.
· Que tenga futuro. Piensa en alguna idea que sea actual y que tenga proyección de futuro, un negocio que no se base en tendencias pasajeras y deje de funcionar en unos años.
¿Cómo encontrar una buena idea de negocio? Asiste a eventos, seminarios y cursos, entérate de cómo está el mercado empresarial y esfuérzate por crear contactos profesionales. Por otro lado, en medios de comunicación o revistas puedes encontrar buenas ideas para implementar negocios.
2. Asegúrate de que tienes madera para emprender
¿Todos tenemos la capacidad para ser empresarios o hay que tener unas capacidades especiales? En principio sí, pero hay que trabajar esas habilidades sumándoles trabajo duro, constancia y optimismo. Todos los aspirantes a empresarios deben ser conscientes de “la montaña rusa emocional” que les espera. Antes de seguir, reflexiona sobre los aspectos personales y profesionales que te llevarán al éxito o al fracaso, además de tomar conciencia de las cuestiones más importantes a la hora de emprender:
· Conocimiento del entorno. Es necesario que conozcas el sector donde quieres emprender, que le aportes tu formación, experiencia y que conozcas cuáles son los puntos fuertes y débiles de tu competencia.
· Actitudes emprendedoras. ¿Eres una persona creativa, optimista, ambiciosa y perseverante? ¿Te consideras una persona adaptable a los cambios? ¿Te gusta trabajar en equipo? ¿Tienes facilidad de comunicación? Si afrontas con facilidad los nuevos entornos, son para ti un reto intelectual y te permiten disfrutar aprendiendo e innovando, estás en el buen camino. Según Spencer Johnson, “la gente que no está dispuesta a aceptar los constantes cambios de la sociedad actual se encuentra en peligro de extinción”.
3. Analiza el camino
Estudia concienzudamente el entorno, identifica los segmentos de mercado en los que tu negocio tendrá buena acogida y márcate objetivos. Si no te planificas y tienes clara tu meta, jamás lograrás tus objetivos.
Piensa a largo plazo, pero te aconsejamos que no pongas el listón demasiado alto porque puedes desmotivarte demasiado rápido. Comienza a pequeña escala y ve creciendo poco a poco. De esa manera podrás ir midiendo la viabilidad de tu idea progresivamente y podrás corregir errores y ganar confianza. Antes de lanzarte al mercado debes validar adecuadamente las hipótesis del negocio. Ten en cuenta que las ideas por si solas, aunque puedan parecer provechosas e innovadoras, no valen nada si detrás no existe una necesidad y un valor añadido que las haga viables económicamente. Lo más importante es ir poco a poco, empieza por un producto “mínimamente viable” y ve tanteando el mercado.
4. Sé realista en la previsión de gastos
Seguramente eso de los números no vaya contigo y pienses que no hace falta que te ocupes personalmente de ello. No vale con contratar a un asesor, tendrás que entender todos los conceptos de los que te habla y ser tú quien tome las decisiones.
Sobre todo, sé realista y valora los gastos fijos. Piensa que ingresos no es sinónimo de beneficios, y ten en cuenta la Seguridad Social de tus empleados, el consumo eléctrico, gastos de material o el alquiler. En esta previsión puede estar la diferencia entre un negocio rentable y otro con pérdidas.
5. Utiliza las mejores herramientas de trabajo
No es necesario que pagues cantidades desorbitadas para contar con buenas herramientas de trabajo. El mercado te ofrece alternativas profesionales a buen precio, e incluso gratuitas.
Explicación:
no sé si esa era la respuesta que buscabas