nombra y explica los tres tipos de hueso
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1)Huesos largos. Predomina la longitud sobre otras dimensiones como ocurre con los principales huesos de las extremidades: Fémur, tibia, peroné, húmero, cúbito y radio.
2)Huesos cortos. No predomina ninguna de las dimensiones sobre las restantes, su forma es más o menos cúbica. Por ejemplo los pequeños huesos que forman el carpo en la muñeca y el tarso en el tobillo. [9]
3)Huesos planos. Por ejemplo los huesos que forman la bóveda del cráneo.
Respuesta:
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Explicación:
Composición de los huesos .
Los huesos están constituidos por tejido óseo, que corresponde fundamentalmente a fosfato cálcico anorgánico y fibras de colágeno de tipo I, en el seno del cual se encuentran inmersas las células óseas.
Los huesos ejercen funciones de estabilización y también protección de los órganos internos. Además de ser el principal reservorio de calcio y fosfato. La médula ósea roja contenida en ellos es responsable de la formación de células sanguíneas. En los huesos existe menos agua que en otros tejidos (20%). Hay unos puntos óseos situados directamente por debajo de la piel y que sirven como puntos de referencia para la orientación topográfica.
Tipos de huesos .
La clasificación clásica de los huesos atiende a su forma, de modo que los separamos en 5 tipos de hueso que atienden a diferentes funciones fisiológicas, según su morfología. A pesar de que la mayoría de huesos comparten funciones estructurales, hematopoyéticas y de reserva mineral, existen características distintivas entre estos 5 tipos de hueso que vale la pena explorar.
1. Huesos planos
Serían ejemplos de huesos planos los omóplatos, el esternón, o también huesos craneales como el parietal y el occipital. Son anchos y finos, con funciones principales de protección de zonas más extensas y establecer superficies amplias de ancoraje para los músculos.
Este tipo de huesos es, en adultos, donde se produce la mayor parte de la función hematopoyética del esqueleto.
2. Huesos largos
Como su nombre indica, son huesos más largos que anchos. Serían claros ejemplos de hueso largo el fémur, el húmero o las clavículas. Suelen presentar áreas redondeadas en los extremos, llamadas epífisis, que están recubiertas por cartílago protector si forman parte de una articulación.
Este tipo de hueso es clave en las funciones de movilidad y conforman la mayoría de huesos de nuestras extremidades. Esto hace que sobre ellos repose una gran cantidad del peso del cuerpo, siendo extremadamente importante su capacidad de soportar esta carga. Esto se confirma con el ejemplo de que el fémur, un hueso largo, sea a la vez uno de los más resistentes del cuerpo humano.
3. Huesos cortos
Son huesos con apariencia “cúbica”, ya que su altura y ancho son similares. Podríamos poner como ejemplos de huesos cortos los tarsos de los pies y los carpos de las manos. Su función es principalmente estructural, dando estabilidad a las estructuras donde se encuentran.
Estos huesos tienen una fina capa de hueso cortical (duro) en su exterior, estando conformados en su mayoría por hueso esponjoso en su interior.
4. Huesos irregulares
Son huesos cuya estructura peculiar los diferencia del resto de categorías de hueso, ya que no somos capaces de colocarlos en ninguna de las otras clasificaciones. Encontraríamos ejemplos como la mandíbula, las vértebras, el sacro o el coxis. La mayoría de huesos irregulares se encuentran en la columna vertebral.
Sus funciones son tanto estructurales como de ancoraje muscular y protección, y su morfología variada les ayuda a realizar estas funciones.
5. Huesos sesamoideos
Llamados de esta manera debido a su forma y pequeño tamaño, similares a los de una semilla de sésamo. Se encuentran acoplados a músculos y tendones, permitiendo que los tendones puedan moverse por su superficie. Esto tiene un efecto de polea, que aumenta la fuerza y estabilidad de la articulación.
Un ejemplo de hueso sesamoideo sería la patela o rótula, en la rodilla. Este es el hueso sesamoideo de mayor tamaño, siendo los demás poco más grandes que un grano de maíz. La calcificación de estos huesos suele coincidir con la entrada en la pubertad.