Nombra algunas diferencias entre los 4 evangelistas (quienes fueron apóstoles, quienes no, etc.)
PLISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
AYUDAAAAAAAAAAAAAAA
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:Mateo enfatiza que la venida de Jesús fue planeada y predicha por Dios a lo largo de las escrituras judías (el Antiguo Testamento) siglos antes de Su nacimiento. Su nacimiento, vida, enseñanzas, milagros y muerte cumplieron profecías específicas del Antiguo Testamento. Once veces en su evangelio Mateo incluye profecías y su cumplimiento[2]. Eso indica que probablemente escribió su evangelio pensando en un público judío o judeocristiano, y presentó el material de una manera que ayudara a esa clase de público a abrazar la fe.
Marcos: que fue quien escribió el evangelio más breve, enfocó el relato de otra manera. No incluyó grandes porciones de discursos como Mateo. Su presentación se centra más en la acción. Este evangelio recorre velozmente la vida de Jesús. Por ejemplo, el bautismo de Jesús, el descenso del Espíritu sobre Él y las tentaciones en el desierto se narran en apenas cuatro versículos. Mateo cuenta lo mismo en dieciséis versículos; Lucas, en quince. Con Marcos, todo parece estar lleno de intensidad y acción. Las cosas suceden inmediatamente. En su evangelio la gente corre[3].
Marcos se centra en el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios. Comienza su evangelio con las palabras: «Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios»[4], y también deja constancia de que al morir Jesús el centurión romano que estaba frente a Él dijo: «¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!»[5]
En Su juicio, cuando le preguntan si es el Mesías, el Hijo de Dios, responde: «Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo»[6]. A lo largo del Evangelio de Marcos, Jesús es retratado como el Hijo de Dios, con autoridad y poder sobre enfermedades, demonios y la naturaleza.
Lucas: hace hincapié en el hecho de que Jesús vino para todos, incluidos los gentiles. Simeón llamó a Jesús «luz para revelación a los gentiles»[7]. Lucas menciona que Jesús se refirió a gentiles del Antiguo Testamento que se beneficiaron de la gracia de Dios, como la viuda de Sarepta y Naamán el sirio[8]. Muestra asimismo que Jesús habló bien de un samaritano y de un centurión romano[9].
Lucas también enfatiza el papel del Espíritu Santo: el Espíritu cubrió a María con Su sombra[10]; Juan el Bautista fue lleno del Espíritu, así como su madre y su padre[11]; Jesús fue especialmente lleno del Espíritu en Su bautismo, y en Su vida se manifestó una y otra vez la presencia del Espíritu[12].
El Evangelio de Juan presenta a Jesús como la encarnación de Dios, Dios hecho hombre. Personifica la vida: «En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres»[13]. Personifica la luz: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida»[14]. Personifica la verdad: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí»[15].