nombra 5 recomendaciones para emprender con las bolsas ecológicas o de tela, empleando el uso responsable de los recursos.
Cada recomendación que tenga subtitulo y que tenga una breve explicación de cada recomendación
doy corona y 100 puntos pls C; pero que no sean estupideces xfa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
A diario, vemos que todo lo que cargamos tiende a estar dentro de un envase plástico. Estas bolsas se usan por solo unos minutos para transportar productos desde los supermercados, bodegas y panaderías a nuestras casas u oficinas, pero se quedan en el planeta por 150 años antes de “degradarse”.
Quienes hemos dedicado varios días de nuestra vida a recorrer el Perú y hacer limpiezas de playas y ríos, sabemos que es común que estas bolsas terminen en los ríos, playas y ambientes naturales. Ello se debe a la limitada infraestructura para la gestión de residuos sólidos que tenemos en el Perú y la insuficiente cultura de reciclaje. Conforme lo señaló la exministra del Ambiente, Elsa Galarza, actualmente solo existen en nuestro país 26 rellenos sanitarios, cuando en realidad se necesitarían alrededor de 270 para atender a conglomerados de distritos.
En el Congreso de la República, existen cinco proyectos de ley presentados que buscan reducir el uso del plástico que se utiliza solo una vez, y el Ministerio del Ambiente (Minam) anunció que sacará su propio proyecto de ley en los siguientes meses, por lo que se espera que, siguiendo la tendencia que se vive en la región, Perú también saque una norma que no sea solo declarativa.
Explicación:
Si bien es necesario fortalecer la gestión de residuos sólidos en el Perú y mejorar el reciclaje en general, la principal solución al problema a las bolsas de un solo uso que se dan en supermercados, no pasa principalmente por mejorar el sistema para reciclarlas. Los principales especialistas en el tema como Marcus Eriksen, cofundador de 5 Gyres, coinciden en que la meta principal es reducir su uso mediante el uso de bolsas reusables. Y no es novedad, porque es lo que hicimos por años en el mundo hasta que llegó la nociva cultura de lo desechable.
Las bolsas reusables duran años y pueden incluso ser hechas de tocuyo, botellas de plástico recicladas (como los productos L.O.O.P) o de trazos de tela reciclada (como las de Bag it Raglan), con lo que se ayuda a reciclar materiales. También se pueden usar carritos, mochilas y canastas hechas de materiales locales y renovables. Los bolsos reusables se pueden lavar y hasta meter a la lavadora, con lo que se pueden mantener perfectamente limpios. Resalto esto porque uno de los argumentos de quienes están buscando que no hayan cambios en las normas, es que los reusables generan más enfermedades.
Hay establecimientos como MAKRO que ya optaron por no dar bolsas de un solo uso y ello no ha sido impedimento para que sean preferidos por miles de consumidores. Es un tema de volver a acostumbrarnos, especialmente porque ahora sabemos que el uso de plásticos de un solo uso, genera impactos negativos en el ambiente y la salud de seres vivos. Son millones de aves y especies marinas que mueren cada año, y el plástico nos afecta a nosotros por los procesos de bioacumulación que ocurre cuando peces comen microplásticos y luego peces más grandes se los comen, hasta llegar a nuestros platos.
Así como hay que llevar la billetera para pagar, es cuestión de reaprender que también hay que llevar una bolsa, mochila, canasta o carrito, para cargar lo que compres. Por ello, la principal solución pasa por un tema de educación ambiental y de promover incentivos para las bolsas reusables, a efectos de disminuir sus costos.
Si estuviese a cargo del área de responsabilidad social y ambiental de un supermercado (u otra empresa), promovería implementar un proyecto en el que con restos de textiles se puedan fabricar bolsas reusables, como lo hicieron en Raglan, Nueva Zelanda. Esa fabricación de bolsas podría ser hecha por un grupo de bajos recursos del área de influencia de la empresa y esta podría comprarles las bolsas ya confeccionadas, para luego regalarlas a clientes que vivan cerca del supermercado para fidelizarlos o simplemente venderlas. Estas bolsas reusables deberían estar cerca de las cajas, y estar a costos asequibles para quien se las olvidó. Otra idea es que algunas de las filas de cajeros sean exclusivamente para quienes vengan con